La estatua de Batō Kannon del templo de Daianji

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La iracunda mirada de la estatua de Batō Kannon, en el templo de Daianji (Nara), se dirige hacia las pasiones que nos dominan y hacia las desgracias que se ensañan con nosotros. Una severidad que deja traslucir una profunda misericordia.

La estatua de Kannon del templo de Daianji (ciudad de Nara, prefectura homónima) está llena de misterio. El Estado la ha catalogado entre sus bienes culturales de importancia con el nombre de “Mokuzō Senju Kannon ryūzō” (“Estatua de madera de Kannon de los Mil Brazos”), pero en el templo se la conoce tradicionalmente como Batō Kannon (“Kannon Cabeza de Caballo”) y se la guarda en un edificio llamado Inanakidō (“Salón del Relincho”), construido ad hoc en 1997.

El origen de Batō Kannon es un mito indio según el cual Vishnú, una de las tres deidades principales del hinduismo, derrotó a un demonio transformándose en un ser con cabeza de caballo. Las estatuas de Batō Kannon están por ello coronadas por una testa equina. Pero esta del Daianji no lo está. Su cabello está recogido en un moño alto (motodori) y en él no se distingue nada más.

Para conocer la historia del Daianji hay que remontarse hasta la época del príncipe Shōtoku (574-622), fundador del centro budista de Kumagori Shōja. Este centro fue evolucionando con el tiempo, dando origen a un templo que tuvo diversos nombres, como Kudara Daiji y Daikan Daiji, en la antigua capital de Fujiwara-kyō (Asuka). Cuando la capitalidad se trasladó a Heijō-kyō, se erigió allí el templo de Daianji (718), continuador de los anteriores. El Daianji fue el primero de los templos budistas “oficiales”, es decir, promovidos por la propia familia imperial, y reunió a maestros budistas japoneses y extranjeros del calibre de Saichō o Kūkai, figurando junto al Tōdaiji y al Kōfukuji entre los “Siete Grandes Templos del Sur”. Las excavaciones arqueológicas practicadas en sus inmediaciones demuestran que en la antigüedad ocupó terrenos extensísimos y estuvo dotado de magníficos edificios y torres, pero lo que podemos ver de él hoy en día no son más que reconstrucciones de finales del periodo Edo (1603-1868) y principios de la era Meiji (1868-1912), en un recinto modesto.

Entre las imágenes de Senju Kannon o Kannon de los Mil Brazos, hay muchas que muestran un total de 42 extremidades, dos de las cuales juntan sus manos en actitud orante. Esta forma de representar al bodhisattva Kannon se fundamenta en la idea de que con cada uno de sus brazos libres es capaz de salvar 25 mundos o eras, pero esta idea solo quedó establecida a partir de la era Heian (794-1185). Dado que durante el periodo Nara (710-794) las imágenes de Kannon tenían un número de brazos próximo a los 1.000, cabe dudar que esta estatua del Daianji, con solo seis, pueda incluirse entre las de Senju Kannon.

Como bhodisattva de la misericordia, Kannon es representado generalmente con un semblante amable y más bien femenino. Batō Kannon es la única manifestación de Kannon que tiene rostro iracundo. Esto la asemeja mucho a los coléricos myōō, genios guardianes que con sus sobrehumanas fuerzas cierran las puertas al mal, razón por la cual las imágenes de Kannon Cabeza de Caballo son llamadas también batō myōō (“myōō cabeza de caballo”) o tairikiji myōō (“myōō del gran poder”). La imagen del Daianji muestra mirada penetrante, cejas tensionadas y dientes superiores mordiendo el labio inferior. Lo creeríamos si nos dijeran que está a punto de emitir un varonil grito similar a un relincho y, en ese sentido, el nombre de Kannon Cabeza de Caballo le vienen muy bien. Quién sabe si no será una representación propia de una etapa inicial en la que la costumbre de coronar la imagen con una cabeza de caballo aún no había arraigado.

Recordando la impresión que recibió la primera vez que contempló esta imagen en el Inanakidō, el fotógrafo Muda Tomohiro dice que ni la cólera que irradiaba su semblante, ni las serpientes que le surgían de la ropa por el pecho y que rodeaban sus tobillos le hicieron sentir el menor miedo. Conforme iba tomándole fotografías, fue percatándose de que Kannon no dirigía su furia contra él, sino contra las pasiones y demonios que lo asaltaban. Y esta convicción le hizo juntar las manos ante ella.

No cabe duda de que, como el caballo que devora ávidamente la hierba del campo, esta misteriosa estatua de Batō Kannon ha aplacado siglo tras siglo las pasiones que asaltan a los seres vivos y ahuyentado las desgracias que se ciernen sobre ellos, devolviendo sus corazones a un estado de gozosa paz.

Estatua de Batō Kannon

  • Nombre en japonés: Batō Kannon ryūzō
  • Altura: 1,73 m.
  • Época: Periodo Nara (Tenpyō)
  • Colección: Daianji
  • Grado de protección: Bien cultural de importancia (catalogado como “Mokuzō Senju Kannon ryūzō”)

*Esta imagen no se expone públicamente y solo puede ser venerada durante el mes de marzo.

Fotografía del encabezado: Estatua de Batō Kannon del templo de Daianji. (Fotografía: Muda Tomohiro)

(Traducido al español del original en japonés.)

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