‘Sōsō no Frieren’, una fantasía atípica que cuestiona el sentido de la vida

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Frieren, una maga de la raza élfica con una esperanza de vida que supera el milenio, observa a los humanos desde una perspectiva radicalmente distinta. El manga Sōsō no Frieren (Frieren la sepulturera) se convirtió en un fenómeno global con ventas que superan los 30 millones. Aunque es una historia de fantasía, también ofrece una profunda reflexión sobre la vida humana.

“La vida humana es corta”

La historia comienza después de que el valiente Himmel, la maga Freiren y sus compañeros hayan derrotado al Rey Demonio, concluyendo así una aventura de diez años. No se trata de la típica narrativa fantástica centrada en la misión del héroe que tiene que derrotar a un enemigo, sino de una obra única que comienza con el “epílogo” de la aventura.

En las primeras páginas, Frieren rememora sus años junto al héroe Himmel, el clérigo Heiter y el guerrero Eisen como “un breve momento”. Para alguien que vivirá siglos, diez años parecen un suspiro.

Cincuenta años después, los cuatro vuelven a reunirse. Frieren sigue igual; Himmel y Heiter, ambos humanos, han envejecido. Incluso Eisen, un enano de una raza más longeva que los humanos, muestra signos de vejez. Pronto, Himmel fallece. En su funeral, Frieren reflexiona:

“Sabía que la vida humana era corta… ¿Por qué no quise conocerlo más?”

Así comienza un nuevo viaje. Frieren, aficionada a coleccionar conjuros, decide emprender una travesía para comprender mejor a los humanos. Con el paso de tiempo su viaje se dirige rumbo al norte del continente, hacia Ende, donde se alza el castillo del Rey Demonio, siguiendo así el mismo camino que recorrió hace décadas.

Imagen del volumen 1 de Frieren la sepulturera. © Yamada Kanehito · Abe Tsukasa / Shōgakukan
Imagen del volumen 1 de Frieren la sepulturera. © Yamada Kanehito · Abe Tsukasa / Shōgakukan

La serialización comenzó durante la pandemia, cuestionando el significado de la vida

La serialización comenzó en abril de 2020. Esto coincidió con el periodo en el que el nuevo coronavirus se propagaba rápidamentey se declaró el estado de emergencia en todo el país. Era una época en la que la muerte estaba más presente entre todos nosotros, en la que era imposible reunirse con los seres queridos con facilidad y en la que nos veíamos obligados a enfrentarnos a lo efímero de la vida humana hasta el agotamiento. La resonancia que esta obra tuvo entre los lectores de todo el mundo seguramente no fue ajena al ambiente que se respiraba en aquellos momentos.

Además, tal vez porque los tiempos marcaban un punto de inflexión, una sensación similar de soledad ya se había instalado incluso antes de la pandemia. A partir de 2016, manga juvenil ligeramente sombríos como Kimetsu no Yaiba (Guardianes de la noche), que cuestionaban el sentido de la vida, se hicieron populares, tal vez porque resonaban con el estado de ánimo de la época. Frieren se inscribe en esa misma corriente de oscuridad tenue: triste, serena, cargada de sombras.

Una visión del mundo compartida

El guion está a cargo de Yamada Kanehito y el dibujo es de Abe Tsukasa. Ha sido galardonada con premios como el Manga Taishō y el Premio Cultural Tezuka Osamu (categoría Innovación) en 2021, el Premio Shōgakukan de Manga en 2023 y el Premio Kōdansha de Manga en 2024. Su adaptación animada para televisión comenzó a emitirse en 2023, con una segunda temporada programada para enero de 2026. La serie se ha transmitido en todo el mundo y sus libros individuales ya superaron los 30 millones de copias vendidas antes de julio de 2025.

Frieren la sepulturera se convirtió en un éxito global tras su emisión en televisión. © Yamada Kanehito Abe Tsukasa / Shōgakukan / Comité de producción de Sōsō no Frieren (Imagen cortesía de GU)
Frieren la sepulturera se convirtió en un éxito global tras su emisión en televisión. © Yamada Kanehito Abe Tsukasa / Shōgakukan / Comité de producción de Sōsō no Frieren (Imagen cortesía de GU)

Uno de los factores de su éxito es la familiaridad del público con el género. El mundo de Frieren remite de inmediato al imaginario de videojuegos como Dragon Quest, donde valientes, magos, clérigos y guerreros emprenden misiones para salvar el mundo.

Ese conocimiento compartido permite que el manga evite largas explicaciones: los lectores ya comprenden el arquetipo. Que la historia comience justo después del final de la aventura se acepta porque la visión del mundo es compartida.

El escenario recuerda a la Europa medieval, y la presencia de razas fantásticas y conjuros lo vincula al género isekai (literalmente “otro mundo”), en auge desde la década de 2010. El tono humorístico también está presente, como cuando Frieren cae una y otra vez en trampas de monstruos disfrazados de cofres (los míticos “mimic”), una referencia directa a Dragon Quest.

Otra serie, como Dungeon Meshi (Tragones y mazmorras) de Kui Ryōko, serializada desde 2014, también juega con estas ideas compartidas, planteando preguntas como: ¿cómo se cocina un slime o una armadura viviente?

Un relato profundamente humano

Dos décadas tras la muerte de Himmel, Frieren continúa su viaje con nuevos compañeros: Fern, una niña huérfana encomendada por Heiter, y Stark, un joven guerrero y discípulo de Eisen.

Frieren actúa siguiendo el ejemplo de Himmel. “Himmel lo habría hecho”, repite con frecuencia en el mismo camino de hace unos 80 años hacia el castillo del Rey Demonio. Así, comienza a meterse en cosas complicadas que habría pasado por alto antes, incluso si eso implica desviarse del camino. Fern y Stark también adoptan esta actitud. Todos ellos siguen viviendo con el recuerdo de Himmel en el corazón.

La obra evoca una célebre frase de la obra maestra El corazón de Thomas, de Hagio Moto: “Dicen que una persona muere dos veces: primero, cuando su vida se apaga; y luego, cuando es olvidada por sus seres queridos”.

En una escena, Himmel explica por qué mandó construir estatuas de sí mismo por todo el continente: “Para que no estés sola en el futuro”. Frieren, al ver esas estatuas, revive sus recuerdos con él y empieza a entender la profundidad de sus sentimientos, y los propios hacia él. También cuida de Fern y Stark que crecen en el viaje como si fueran sus propios hijos.

Conocer a los humanos puede ser aprender a amar en todos los sentidos. En definitiva, aunque se trata de una obra de fantasía, Frieren es un drama humano universal con el que podemos sentir empatía todos.

Tras su emisión en 2023, Frieren la sepulturera sigue disponible en plataformas de streaming. © Yamada Kanehito · Abe Tsukasa / Shōgakukan / Comité de producción de Sōsō no Frieren (Imagen cortesía de ABEMA)
Tras su emisión en 2023, Frieren la sepulturera sigue disponible en plataformas de streaming. © Yamada Kanehito · Abe Tsukasa / Shōgakukan / Comité de producción de Sōsō no Frieren (Imagen cortesía de ABEMA)

La realidad se superpone con una sensación de autenticidad

Aunque el foco de la historia está en lo humano, la serie no olvida el espectáculo. Hay batallas contra dragones y demonios, y los poderes de Frieren —abrumadores— resultan sumamente atractivos para el espectador.

La construcción de ese mundo mágico y de demonios es coherente y lógica. Por ejemplo, un demonio llamado Qual usa un hechizo mortal (Zoltraak). Durante sus 80 años de confinamiento, los humanos desarrollaron contramedidas, y ahora puede ser derrotado con relativa facilidad. Esto recuerda a cómo la humanidad ha aprendido a convivir con virus como el de la gripe española, hoy mitigada por las vacunas.

Además, aunque Frieren interpreta a los demonios como bestias salvajes con las que no se puede comunicar, la obra describe también que no entienden la idea del mal. El lector podría interpretarlos como las plagas o los animales dañinos que nos afectan.

Así, aunque la magia no exista en nuestro mundo, su lógica sí puede traducirse en términos médicos o científicos. Esta consistencia le da realismo a la narrativa y evita caer en el oportunismo del mundo imaginario.

Reflexionar sobre el significado de la vida a través de los viajes

Aunque el objetivo de Frieren sea comprender a los humanos, también resulta importante el hecho de coleccionar conjuros por afición. Muchos de los conjuros reunidos son triviales, como lanzar aviones de papel a mayor distancia o decir trabalenguas. Pero incluso esos conjuros pueden cambiar una vida o propiciar un encuentro significativo.

En una escena clave, Himmel le dice a Frieren: “Yo quiero hacer un viaje divertido para que, cuando esta aventura termine, podamos reírnos de ella como si hubiera sido una tontería”.

¿Podrá Frieren, mirar atrás algún día y reírse de su vida como hizo Himmel? Quizás ese sea el destino de quien vive eternamente: descubrir que lo más valioso puede estar en lo cotidiano. No es extraño que muchos lectores encuentren en su viaje una guía para vivir mejor.

Imagen del encabezado: Sōsō no Furīren (Frieren la sepulturera), volúmenes del 1 al 3. © Yamada Kanehito · Abe Tsukasa / Shōgakukan (Fotografía: Departamento Editorial de nippon.com)

(Traducido al español del original en japonés.)

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