Las mujeres zarpan a la mar: ¿podrá la mano de obra femenina salvar la industria pesquera japonesa?

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La pesca en Japón atraviesa una grave crisis: el cambio climático reduce las capturas, cae el consumo de productos marinos y escasea la mano de obra. Pero ahora un número creciente de mujeres está sumándose al sector en todo el país.

Mujeres que miran el mar como opción laboral

Cada vez hay más mujeres que ingresan en un oficio tradicionalmente vetado para ellas: la pesca. A finales de julio, una feria de empleo celebrada en Tokio para el sector pesquero atrajo a muchas aspirantes, quienes, entre un mar de rostros masculinos, mostraron gran interés por las presentaciones de representantes de la industria de todo Japón.

El evento fue organizado por un centro de apoyo al empleo en la industria pesquera con sede en Tokio. Según su directora ejecutiva, Magami Atsuko, “Últimamente vemos que cada vez más mujeres sin ninguna conexión previa con la industria asisten al evento. Muchas se sienten atraídas por este trabajo desde hace tiempo y están considerando seriamente mudarse de la ciudad para vivir en puertos pesqueros”. Esto contrasta con épocas anteriores, en las que las pescadoras japonesas que iban al mar solían trabajar junto a sus maridos u otros familiares varones.

El animado evento de búsqueda de empleo en la industria pesquera. (© nippon.com)
El animado evento de búsqueda de empleo en la industria pesquera. (© nippon.com)

Una asistente haciendo animadas preguntas. (© nippon.com)
Una asistente haciendo animadas preguntas. (© nippon.com)

En línea con la acción afirmativa promovida por el Gobierno japonés, el centro diseñó una pegatina con el lema “Apoyamos a las mujeres pescadoras”, con el objetivo de impulsar sus oportunidades de empleo. Las pegatinas se exhibieron en el evento y su logotipo apareció en Ryoushi.jp, una página web para pescadores profesionales, como parte de los esfuerzos para aumentar la conciencia sobre la profesión.

Magami cree que está dando sus frutos. “Hasta ahora, pocas organizaciones o empresas del sector pesquero aceptaban a mujeres pescadoras, pero según nuestra encuesta previa al evento, más de la mitad de los organizadores de los stands indicaron que estaban dispuestos a considerar o buscaban activamente contratar a mujeres”.

Kimijima Hiori, estudiante del último curso de instituto, que asistió con su padre, comentó: “Me encanta el mar y el trabajo físico que implica la pesca”. Ella recibió numerosas cálidas ofertas en el evento, lo que reforzó su decisión: planea debutar la próxima primavera.

Muchos stands del evento exhibían la pegatina “Apoyamos a las mujeres pescadoras”, que se ve aquí arriba a la izquierda. (© nippon.com)
Muchos stands del evento exhibían la pegatina “Apoyamos a las mujeres pescadoras”, que se ve aquí arriba a la izquierda. (© nippon.com)

Kimijima Hiori, procedente de la prefectura de Saitama, que no tiene salida al mar, tendría que mudarse lejos de casa para dedicarse a la pesca. Aun así, su padre apoya su aspiración. (© nippon.com)
Kimijima Hiori, procedente de la prefectura de Saitama, que no tiene salida al mar, tendría que mudarse lejos de casa para dedicarse a la pesca. Aun así, su padre apoya su aspiración. (© nippon.com)

Una mano de obra envejecida y abrumadoramente masculina

Durante muchos años, las mujeres tenían prohibido pescar. Esto se basaba en la creencia de que Funadama, la deidad protectora de los barcos pesqueros, era mujer, y que debido a sus celos provocaría mares agitados y malas capturas. Hoy en día, esa superstición ha caído en el olvido, pero muchos en la industria pesquera siguen siendo reacios a contratar mujeres porque, además de que el trabajo se considera duro, sucio y peligroso, el entorno laboral, por ejemplo los baños de los barcos, no estaba hasta ahora adaptado a las mujeres.

Sin embargo, en los últimos años, los miembros de la industria pesquera se muestran profundamente preocupados por la continua disminución del número de pescadores. La Encuesta estructural sobre la industria pesquera de 2024 del Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca dejó claro que durante ese año 114.820 personas habían estado empleadas durante 30 días o más en la industria. Esto suponía un descenso del 5,4 % con respecto al año anterior, y un mero 40 % de los 312.890 pescadores que trabajaban hace 30 años, en 1994.

Evolución del número de pescadores en activo

Entre esos pescadores había 44.840 personas de 65 años o más, el número más alto de todos los grupos de edad. Esto supone cerca del 40 % del total y, de hecho, los pescadores de 50 años o más representan alrededor del 70 % de todos los trabajadores del sector. Los más aptos físicamente, con edades comprendidas entre los 15 y los 39 años, sumaban tan solo 20.980, menos de la mitad de los mayores de 65 años, y su tasa de retención es baja.

Las 11.890 mujeres representaban alrededor del 10 % del total. Solo 1.100 tenían entre 15 y 39 años, y las mayores de 40 años representaban más del 90 % del total de mujeres.

Trabajadores del sector pesquero por grupos de edad (2024)

La cultura pesquera al borde del abismo

Según la Agencia de Pesca, cada año se contratan entre 1.700 y 2.000 nuevos pescadores, incluidos los graduados de escuelas secundarias de pesca. Sin embargo, según un representante del sector, alrededor de la mitad de ellos abandonan la profesión en los primeros cinco años. Se citan muchas razones para ello. El trabajo es duro y, en muchos casos, los ingresos son inestables. A los recién llegados a menudo les cuesta acostumbrarse al trabajo o sufren acoso por parte de sus compañeros más veteranos. Además, el madrugón y las operaciones en alta mar dificultan el mantenimiento de amistades en la comunidad o, a largo plazo, encontrar pareja. Muchos observadores señalan que es difícil tener cobertura para el móvil en el mar, y muchos jóvenes no soportan no tener acceso al teléfono ni a internet.

Hay casos en los que se ha contratado a tripulantes no japoneses, como en la pesca del atún, pero la depreciación del yen japonés lo hace más difícil. Además, se necesitan años de experiencia para convertirse en un pescador plenamente capacitado. La industria pesquera japonesa necesita trabajadores que se hagan un hueco en los puertos pesqueros y puedan continuar con la tradición. Esto lleva, por supuesto, a la conclusión de que la industria debería acoger con los brazos abiertos a las mujeres motivadas.

En los últimos años, los medios de comunicación tradicionales y las redes sociales han difundido historias de mujeres que han sido aceptadas y prosperan como pescadoras, lo que anima cada vez más a otras mujeres a solicitar estos puestos de trabajo. Urata Shizuku trabaja para Ajiro Gyogyō, una empresa pesquera de Atami, en la prefectura de Shizuoka. Desde que se graduó en una escuela secundaria de pesca en la ciudad de Yaizu, también en Shizuoka, hace tres años, ha aparecido felizmente en la televisión y en los periódicos.

Como pescadora, sale del puerto antes del amanecer seis días a la semana para trabajar con las redes fijas de la costa. Después de recoger las redes, ayuda con destreza a separar y transportar el pescado. Urata afirma: “Ahora estoy más acostumbrada al trabajo, pero es físicamente exigente, lo que lo hace difícil en algunos aspectos”. Sin embargo, su determinación también es evidente: “Me alegra que mis esfuerzos puedan hacer que más mujeres se interesen por la industria pesquera o por convertirse en pescadoras. Espero que mi presencia les haga pensar que también quieren convertirse en pescadoras”.

La alegre presencia de Urata se ha convertido en una característica del puerto de Ajiro. (© Kawamoto Daigo)
La alegre presencia de Urata se ha convertido en una característica del puerto de Ajiro. (© Kawamoto Daigo)

Una pescadora sube al estrado

Kanazawa Maki, de la empresa pesquera Haida Ōshiki con sede en Owase, prefectura de Mie, realizó una presentación en una feria de empleo dirigida a niños. Presentó el trabajo y las herramientas de un pescador, junto con la gran variedad de peces que se capturan con las redes fijas de la empresa, en particular el famoso jurel de primavera del puerto de Owase.

Kanazawa explica que le encantaba el pescado desde pequeña y que estudió oceanografía en la universidad. Tras graduarse, renunció a su sueño de convertirse en pescadora, en parte debido a la oposición de sus padres. Trabajó en unos grandes almacenes y en una empresa de transporte marítimo, pero nunca dejó de soñar. Ella misma asistió al evento para personas que buscaban trabajo en el sector pesquero y participó en visitas a numerosos puertos antes de ponerse en contacto con una empresa que acabó siendo su actual empleador. Ya lleva tres años como pescadora.

Armada con un juguete en forma de pez limón, Kanazawa promociona el atractivo de la industria pesquera. (© nippon.com)
Armada con un juguete en forma de pez limón, Kanazawa promociona el atractivo de la industria pesquera. (© nippon.com)

Cada mañana, poco después de las 4:00 a. m., zarpa para ayudar a izar las redes fijas de 100 metros de largo y 60 metros de profundidad. La elevación se realiza con grúas y rodillos, pero algunos peces pesan hasta 10 kilogramos, por lo que sacarlos de la red es un trabajo pesado.

Tras enumerar media docena de especies de peces, explica: “Hay tanta variedad de peces en las redes que cada día estoy deseando ir a trabajar”.

Kanazawa a bordo del barco pesquero. (© Ryoushi.jp)
Kanazawa a bordo del barco pesquero. (© Ryoushi.jp)

Conectando la industria y la mesa

Kanazawa está impulsando actualmente la marca del jurel de primavera utilizando su experiencia en relaciones públicas para su empresa de transporte marítimo. Utilizando el método ikijime de muerte instantánea, que permite que el pescado mantenga su máxima frescura, su empresa comercializa el pescado bajo la marca “Yui” como producto de primera calidad con alto contenido en grasa y sabor. Se trata de un intento de Haida Ōshiki por aumentar el valor añadido de sus productos. Kanazawa explica con pasión: “La creación de una marca no solo aumenta nuestros ingresos, sino que permite a los consumidores reconocer el pescado de buena calidad y ayuda a preservar la cultura de los productos del mar. Creo que las mujeres pescadoras pueden tender un puente entre la industria pesquera y la mesa”.

Sus compañeros pescadores más veteranos aprecian su enfoque del trabajo, que tiene en cuenta la distribución y el consumo. La empresa también ha intensificado sus esfuerzos para que el lugar de trabajo sea más favorable para las mujeres, incluyendo la instalación de baños para mujeres. En otoño de 2024, contrataron a su segunda empleada.

La industria pesquera japonesa se enfrenta a retos extremos, pero a medida que la sociedad lucha por la igualdad de género, las mujeres que antes soñaban en silencio con ser pescadoras están demostrando su valía en primera línea. Sin duda, sus nuevas perspectivas e ideas también serán de gran ayuda para garantizar la supervivencia de la industria pesquera en Japón.

Kanazawa muestra las herramientas de su oficio a los niños interesados en la pesca. (© nippon.com)
Kanazawa muestra las herramientas de su oficio a los niños interesados en la pesca. (© nippon.com)

(Imágenes del encabezado: a la izquierda, Kanazawa Maki, de la empresa pesquera Haida Ōshiki -© Ryoushi.jp-;a la derecha, una asistente al evento de búsqueda de empleo en la industria pesquera – © nippon.com.)

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