Aichi, una prefectura con soluciones originales para ayudar a los niños extranjeros a aprender japonés

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La prefectura de Aichi tiene una fuerte concentración de industria automotriz, y también es la zona del país con un mayor número de niños de inmigrantes que necesitan apoyo lingüístico. Con el fin de ayudar a estos niños, desde círculos empresariales se están implementando planes para respaldar a los voluntarios que ofrecen las clases de refuerzo.

Habilitando espacios y recursos humanos

Estamos en el dormitorio para trabajadores solteros en Komaki (prefectura de Aichi) de Nippon Gaishi (NGK), una gran fabricante de cerámica industrial. Son las cinco de la tarde y los niños ya están aquí. Vienen a recibir clases de idioma japonés.

La sala es algo mayor que una típica aula de escuela. Hoy, los niños son principalmente brasileños y filipinos que viven en las inmediaciones. Entre los profesores hay también empleados de NGK.

Se sigue el estilo de las lecciones particulares que se imparten en los juku (academias de refuerzo). A los niños se les enseña japonés para principiantes y se les acompaña en el repaso de las lecciones de la escuela. El nivel de las lecciones se adapta a las necesidades de cada menor.

Hablamos con algunos de ellos. Miyaji Ayumi, hija de padres brasileños, cursa primero de secundaria. En su casa hablan el portugués y, además, se le da muy bien el inglés. El japonés lo estudia desde hace varios años. “Aquí me divierto mientras aprendo y me explican muy bien lo que estudiamos en la escuela”, dice. Ahora lleva mejor sus estudios y ya está soñando con ser cirujana.

Fukuhara Manami está también en el primer año de la secundaria. Su padre es brasileño y su madre, japonesa, pero también con sangre brasileña. Manami viene a las clases desde hace cuatro años y se la ve muy contenta. “Lo que no entiendo en la escuela me lo explican aquí. De mayor me gustaría ser modelo”, afirma.

Dos de las niñas que asisten a las clases impartidas en Nihon Gaishi (NGK): a la izquierda, Fukuhara Manami; a la derecha, Miyaji Ayumi.
Dos de las niñas que asisten a las clases impartidas en Nihon Gaishi (NGK): a la izquierda, Fukuhara Manami; a la derecha, Miyaji Ayumi.

Las clases las organiza la asociación Isshiki Kosumosu Sapōto Gakushū no Kai (Grupo de Apoyo a los Estudios Isshiki Cosmos; en adelante, Cosmos Support). El lugar lo presta desinteresadamente NGK dos veces a la semana, por las tardes. Los profesores voluntarios que se ocupan de apoyar en las tareas escolares son trabajadores de la empresa. Los gastos de material escolar los subvenciona, en parte, un fondo creado por una organización patronal de la prefectura. En Japón no hay muchos casos en los que organizaciones patronales o empresas ofrezcan a los hijos de los residentes extranjeros clases de japonés.

A la izquierda, el dormitorio de la empresa NGK. A la derecha, un rincón de la sala donde se guarda el material utilizado.
A la izquierda, el dormitorio de la empresa NGK. A la derecha, un rincón de la sala donde se guarda el material utilizado.

Un entorno perfecto

Aichi está inserta en la región de Tōkai, que es muy industrial, y aquí se valora mucho a la mano de obra extranjera. Los inmigrantes suelen tener visado de trabajo y se establecen en Japón con sus familias, pero en muchos casos sus hijos no tienen un nivel de japonés suficiente para arreglárselas en la vida diaria y en la escuela no pueden seguir el ritmo de sus compañeros japoneses.

Según un estudio realizado en 2023 por el Ministerio de Educación, en Japón son aproximadamente 58.000 los niños extranjeros de preescolar, primaria y secundaria que necesitan apoyo en el idioma japonés. De ellos, aproximadamente 12.000 (el 20 %) viven en Aichi, lo que sitúa a esta prefectura a la cabeza de la estadística. Excluyendo las universidades, en Japón hay algo más de 2.000 entidades educativas que enseñan japonés a extranjeros, que en muchos casos dan sus clases en espacios públicos alquilados y operan con muy poco margen.

La directora de Cosmos Support es Hirasaka Reiko (71 años). Anteriormente, regentaba una academia de caligrafía japonesa en Komaki, en la que también enseñaba a los niños extranjeros a escribir en japonés. Cobró fama de tener mucha paciencia con ellos y el número de estos ascendió, en vista de lo cual, hace ahora 27 años, Hirasaka decidió cambiar la orientación de la academia y centrarse en enseñar japonés a los extranjeros. Como aula, utilizaba un cuarto cedido por la empresa de su marido, que pronto se le quedó pequeño. Y conseguir profesores tampoco era fácil. “Gracias a NGK, que nos facilita un espacio seis veces mayor que el que teníamos en el que, además, contamos con la ayuda de sus asistentes, podemos ofrecerles a los niños un lugar tranquilo donde estudiar. Y podemos guardar el material aquí mismo, así que todo es perfecto”, explica.

Hirasaka Reiko, directora de la asociación Isshiki Kosumosu Sapōto Gakushū no Kai. Además de dirigir las clases de japonés en el local facilitado por la NGK, a Hirasaka le quedan todavía energías para apoyar durante los días laborables a los niños extranjeros en edades de secundaria que no están asistiendo a las clases.
Hirasaka Reiko, directora de la asociación Isshiki Kosumosu Sapōto Gakushū no Kai. Además de dirigir las clases de japonés en el local facilitado por la NGK, a Hirasaka le quedan todavía energías para apoyar durante los días laborables a los niños extranjeros en edades de secundaria que no están asistiendo a las clases.

Aichi, la prefectura con más necesidades

En Aichi los esfuerzos conjuntos de la administración prefectural y las empresas privadas para prestar a los niños extranjeros apoyo en la lengua japonesa comenzaron en 2008. Fue entonces cuando tres asociaciones patronales (la Aichi-ken Keieisha Kyōkai o Asociación de Empleadores de Aichi; la Chūbu Keizai Rengōkai o Federación Económica del Japón Central, y la Aichi-ken Shōkō Kaigisho Rengōkai o Federación de Cámaras de Comercio e Industria de la Prefectura de Aichi) y el Gobierno prefectural lanzaron el Fondo de Asistencia al Aprendizaje del Japonés, con el que llevan ya 18 años apoyando económicamente estas actividades.

Pero el número de niños que tienen esas necesidades ha seguido aumentando durante estos años. La causa es el rápido aumento del número de trabajadores extranjeros. “Lo que me impactó”, explica Iwahara Akihiko, director ejecutivo de la Asociación de Empleadores de Aichi, “fue leer en un estudio del Ministerio de Educación de 2021 que Aichi era la prefectura de Japón en la que más niños extranjeros (10.749) seguían necesitando apoyo en lengua japonesa. Aunque Tokio tiene más trabajadores extranjeros que Aichi, Aichi tiene más niños que necesitan apoyo. Esa cifra demuestra que en Aichi el entorno educativo no es capaz de seguir el ritmo de crecimiento de la población extranjera”.

Iwahara Akihiko, director ejecutivo de la Asociación de Empleadores de Aichi, incidió en la necesidad de mejorar en lo posible el entorno escolar de los niños extranjeros.
Iwahara Akihiko, director ejecutivo de la Asociación de Empleadores de Aichi, incidió en la necesidad de mejorar en lo posible el entorno escolar de los niños extranjeros.

La necesidad de ir más allá de prestar un apoyo puramente económico, el envejecimiento de los profesores de japonés y la escasez de nuevos voluntarios, o la dificultad de seguir sosteniendo las aulas fueron algunos de los numerosos retos que emergieron durante las reuniones que se celebraron para estudiar el establecimiento de un nuevo sistema de ayudas a partir de 2022.

Los debates aportaron dos nuevos acercamientos al problema: las empresas, por una parte, además de continuar con el apoyo económico que venían prestando, deberían facilitar también personal y locales; por la otra, debería trabajarse también en el campo de la formación de un voluntariado estable para seguir adelante con las clases de japonés para extranjeros. Se decidió, finalmente, tratar de conseguir nuevos colaboradores haciendo un llamamiento no solo a las patronales y a la Administración pública, sino también a otras entidades, como universidades u organizaciones sin ánimo de lucro.

Contribución al desarrollo local

La NGK fue la primera empresa que se comprometió a prestar asistencia directa. Con la intención de contribuir al desarrollo de su lugar de implantación, llevaba algunos años estudiando la posibilidad de apoyar alguna de las aulas de japonés existentes en la ciudad de Komaki, donde tenía una sucursal, y entre los candidatos que surgieron eligió finalmente Cosmos Support, que trabaja en esa ciudad.

“Teníamos cerca de 500 extranjeros trabajando en nuestro grupo empresarial con contratos de corta duración”, explica Moriwaki Takahiro, que dirige el Grupo de Contribución Social del Departamento de Asuntos Generales de la NGK, “y nos planteábamos qué podíamos hacer para ayudar a las familias de los trabajadores extranjeros de la zona. Decidimos hacer una primera tentativa dando apoyo a los niños, con la idea de que si esos niños llegaban a tener un buen nivel de japonés podrían quedarse a trabajar en Japón o hacer de intermediarios entre Japón y sus respectivos países de origen, que son cosas muy positivas”.

Sobre las razones por las que eligieron a Cosmos Support para hacer efectivo ese apoyo, Moriwaki explica que el apoyo en lengua japonesa se hace en tres campos: supervivencia, conversación cotidiana y lenguaje para el aprendizaje. “Nosotros, como empresa, pensamos que era importante ofrecer un lugar para trabajar el lenguaje para el aprendizaje, que luego resulta muy útil a la hora de presentarse a los exámenes de admisión de ciclos superiores y también a la hora de encontrar empleo”.

Moriwaki Takahiro, jefe del Grupo de Contribución Social del Departamento de Asuntos Generales de la empresa NGK, explica que ya desde 2019 estudiaban la posibilidad de ayudar en sus estudios a los hijos de los extranjeros.
Moriwaki Takahiro, jefe del Grupo de Contribución Social del Departamento de Asuntos Generales de la empresa NGK, explica que ya desde 2019 estudiaban la posibilidad de ayudar en sus estudios a los hijos de los extranjeros.

NGK está dando apoyo también en otros municipios. En noviembre de 2023 comenzó a enseñar japonés a extranjeros en sus propias instalaciones para actividades de los empleados de la sucursal de Chita, situada en la ciudad de Handa. Entre las grandes manufactureras de la prefectura se empieza a ver también estas iniciativas.

Un tablón con fotografías de las clases y de eventos realizados en el aula.
Un tablón con fotografías de las clases y de eventos realizados en el aula.

Un matching muy exitoso

Se están poniendo en práctica también planes de formación de profesores de japonés. Dentro del programa implementado en Aichi a partir de 2022, se incluyó un “evento” muy especial: un matching para voluntarios. Primero se convocaba a quienes querían ser voluntarios dentro de las empresas, se les transmitía algunos conocimientos básicos y se les presentaba las aulas de japonés existentes hasta conseguir que todo encajase bien.

En las cinco ocasiones que se ha realizado este evento desde 2022, se han presentado un total de 188 voluntarios de 29 empresas, y los responsables de las 37 aulas de japonés que necesitaban personal.

El citado Iwahara explica que entre quienes han empezado a trabajar como voluntarios gracias a estos “eventos” hay mayoría de mujeres en todas las bandas de edad. “En algunos casos, son mujeres que han vivido en el extranjero debido al trabajo del marido o del padre, que allí han recibido un trato cálido y amistoso, y que de alguna manera quieren devolver ese favor recibido”, explica. En lo sucesivo, vamos a ampliar todavía más estos eventos, contando con la colaboración de universidades y de organizaciones sin ánimo de lucro.

El 70 % de quienes respondieron a una encuesta realizada por la secretaría de la organización entre quienes habían participado en alguno de los matchings dijeron que, o bien habían comenzado ya a trabajar como voluntarios en alguna de las aulas, o bien planeaban hacerlo. Iwahara cree que esta original iniciativa de los matchings está comenzando a dar frutos palpables tres años después de su inicio.

Ir identificando los problemas y dándoles solución. Las empresas que emplean a extranjeros están comprometiéndose en ese nuevo ciclo para apoyar en el aprendizaje del japonés a los niños extranjeros. En Aichi todavía queda mucho trabajo por hacer, pero muchos lo contemplan ya como un modelo de apoyo avanzado.

(Fotografías del autor del artículo)

(Traducido al español del original en japonés. Imagen del encabezado: Un aula de japonés que opera en las instalaciones ofrecidas desinteresadamente por la empresa NGK en Komaki, prefectura de Aichi.)

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