Hasuike Kaoru, víctima liberada, habla en su nuevo libro sobre los secuestros norcoreanos
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Han pasado más de dos décadas desde el dramático regreso a Japón de un grupo de ciudadanos japoneses secuestrados por Corea del Norte. Uno de ellos, Hasuike Kaoru, ha publicado un libro en el que relata sus experiencias en el país que lo secuestró a él y, posiblemente, a decenas de otros japoneses.
“Ocho muertos” es una mentira
A finales de julio de 1987, el estudiante universitario Hasuike Kaoru y su novia Okudo Yukiko fueron secuestrados en Kashiwazaki, prefectura de Niigata. En una cumbre celebrada en septiembre de 2002 entre el primer ministro Koizumi Jun’ichirō y el secretario general Kim Jong-il, el dictador norcoreano finalmente admitió el secuestro de ciudadanos japoneses. Al mes siguiente, Hasuike y otras cuatro víctimas pisaron suelo japonés por primera vez en 24 años.
En ese momento, el Gobierno japonés exigió que se confirmara el bienestar de 13 ciudadanos desaparecidos. La respuesta de Corea del Norte incluyó a Soga Hitomi, lo que elevó el total a 14, y dijo: “Cinco están vivos, ocho han fallecido y uno nunca cruzó nuestras fronteras”.
En su nuevo libro Nihonjin rachi (Secuestros de ciudadanos japoneses) de 2025 Hasuike, basándose en sus propias experiencias, refuta la afirmación de Corea del Norte de que esas ocho personas, incluida Yokota Megumi, fallecieran realmente.
Hasta ahora, Hasuike se había abstenido de discutir los detalles del tema de los secuestros por temor a que pudiera tener consecuencias negativas para las víctimas que aún permanecen retenidas. Sin embargo, las familias de las víctimas son cada vez más mayores, y teme que el tema de los secuestros esté desapareciendo de la conciencia pública. Por eso decidió escribir este libro y revelar muchas verdades que durante mucho tiempo han permanecido ocultas.
Los secuestrados “dejaron de ser útiles”
¿Cuál era el verdadero objetivo de los secuestros? Al principio se trataba de un plan para entrenar a agentes secretos. En manos de la Oficina General de Reconocimiento de Corea del Norte, la agencia de inteligencia exterior del Partido de los Trabajadores de Corea, a Hasuike le dijeron: “El nuestro es un gran país. Aquí verás, oirás y aprenderás mucho y te convertirás en un verdadero revolucionario”.
Hasuike también entra en detalles sobre los aspectos básicos de la vida en su aislada “casa de huéspedes”. Los secuestrados eran sometidos a control mental a través de la educación ideológica. Se les adoctrinaba sin cesar en el juche, la ideología oficial norcoreana de “autosuficiencia”, pero, a pesar de sus continuas dudas, poco a poco fue perdiendo la voluntad y el valor para entretenerlas. “Escribía lo que me decían, y llegué a pensar y hablar lo que había escrito”. Le mostraron repetidamente películas propagandísticas norcoreanas que promovían ideas sobre la brutalidad del ejército japonés para inculcarle un sentido de culpa y obligación como ciudadano japonés.
Sin embargo, el objetivo del entrenamiento para formar espías tropezó con un obstáculo. Desde finales de la década de 1970 hasta la década de 1980, Corea del Norte llevó a cabo secuestros en todo el mundo, no solo en Japón. Entonces, durante los intentos de secuestro de mujeres en Macao y Líbano, dos víctimas lograron escapar y los crímenes de Corea del Norte comenzaron a salir a la luz. El golpe decisivo se produjo en 1987, cuando la agente norcoreana Kim Hyon-hui confesó el atentado contra el vuelo 858 de Korean Air. Reveló los planes de secuestro y la existencia de su profesora de japonés, Taguchi Yaeko.
¿Cómo se trató a los secuestrados a partir de entonces? El plan del Partido de los Trabajadores de Corea era improvisado y descuidado. Se consideraba que los secuestrados habían “dejado de ser útiles”. Fueron dispersados por diversas instalaciones del país y dejaron de tener contacto entre ellos.
Desde finales de 1979 hasta 1989, la “tarea revolucionaria” asignada a Hasuike fue enseñar japonés para ayudar a los espías a asumir identidades japonesas. Tenía 12 alumnos, pero ninguno de ellos tuvo mucho éxito. Posteriormente, se le encargó traducir publicaciones japonesas y crear materiales para entrenar a espías.
“Un viaje por el país”
Hasuike afirma: “Hay preguntas que nunca he dejado de plantearme. ¿Por qué me eligieron para el secuestro? ¿Cómo se llegó a esa conclusión? ¿Por qué fuimos los únicos a los que se les permitió volver?”. Dos años después del secuestro, se reunió con Yukiko y se casaron. Tuvieron dos hijos, pero les ocultaron sus raíces japonesas. No tenían ninguna esperanza de volver a Japón. “Pensábamos que nuestra única opción era vivir en esa sociedad. Teníamos que pensar en su futuro”, explica, justificando su resignación.
La visita del primer ministro Koizumi provocó el repentino regreso de la familia de Hasuike a Japón. Él afirma: “Nos utilizaron como moneda para obtener apoyo financiero de Japón”. Al principio, le ordenaron que dijera que habían sido rescatados por un barco norcoreano tras un accidente en el mar y que vivían felices allí. Sentían que tenían que seguirles el juego.
Pero la situación cambió cuando Kim Jong-il admitió los planes de secuestro. A Hasuike le dijeron que no se preocupara por evangelizar para Corea del Norte, pero que tendría que volver. No podrían llevarse a sus hijos, que eran esencialmente rehenes. Cuando se marcharon, Hasuike y su esposa les dijeron a sus hijos: “Vamos a hacer un viaje por el país durante una semana”.
Hasuike hizo lo que le ordenaron y tenía la intención de regresar después de un breve viaje a Japón. Pero su familia aquí lo convenció de que se quedara. Más tarde, Yukiko y él pudieron recuperar a sus hijos en suelo japonés, del que la pareja había estado alejada durante más de 23 años.
En su libro, Hasuike explica por qué fueron los únicos a los que se les permitió regresar: “Creo que, a los ojos del Gobierno norcoreano, los cinco secuestrados ‘vivos’, incluidos nosotros dos, nunca habíamos mostrado abiertamente un fuerte deseo de regresar y teníamos una familia que deberíamos dejar atrás como rehenes. Pensaban que haríamos lo que se nos dijera”.
Los secuestrados vieron pisoteados sus derechos humanos fundamentales. A lo largo de este libro, Hasuike intenta claramente mantener un tono razonable y objetivo. Sin embargo, en ocasiones, se trasluce su resentimiento por cómo un encuentro fortuito en la playa lo llevó a verse envuelto en los retorcidos planes de Corea del Norte y sumió su vida en el caos.
Nihonjin rachi (Secuestros de ciudadanos japoneses)
Por Hasuike Kaoru
Publicado por Iwanami Shoten en mayo de 2025
ISBN: 978-4-00-432064-7
(Artículo publicado originalmente en japonés y traducido al español de la versión en inglés. Imagen del encabezado: Hasuike Kaoru y Yukiko se dirigen a los medios de comunicación en Kashiwazaki, Niigata, el 25 de octubre de 2002, tras su regreso a Japón – © Jiji.)




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