Kojima, cuna de los vaqueros japoneses: 60 años de tradición e innovación

Escribe un artículo en francés sobre: ​​Kojima, cuna de los vaqueros japoneses: 60 años de tradición e innovación
rewrite this content and keep HTML tags as is:

En abril de 2025 se cumplieron 60 años del nacimiento de los vaqueros japoneses. Kojima (prefectura de Okayama), lugar de origen de este producto, es ahora conocida como la meca de los vaqueros y atrae a muchos visitantes de dentro y fuera de Japón. En este artículo analizaremos la historia de las técnicas tradicionales e innovaciones de esta industria.

El algodón, origen de la producción

Kojima, en la ciudad de Kurashiki (prefectura de Okayama), es un lugar de tal relevancia que incluso aparece en el Kojiki, el libro histórico más antiguo de Japón que se conserva. Actualmente esta localidad es parte del archipiélago principal del país, pero, como revela su nombre en japonés (“pequeña isla”), originalmente se trataba de una isla. Con el paso del tiempo, gracias a los sedimentos que transportaban los ríos circundantes y a los trabajos para ganar terreno al mar, el área se convirtió en una amplia planicie.

Debido al gran contenido de sal, estos terrenos no eran propicios para el cultivo de arroz. Durante las grandes obras de reclamación de terreno al mar, en el periodo Edo (1603-1868) los lugareños comenzaron a producir algodón, cultivo que era más resistente a la salinidad. Con este se fabricaba tela para velas y medias tabi, entre otros productos, y Kojima se convirtió en un importante centro de producción algodonera. Las telas de vela, sobre todo, se utilizaron ampliamente en los barcos de mercancías kitamaebune que viajaban de Osaka a Hokkaidō, a través del mar del Japón, desde el periodo Edo al Meiji (1868-1912). Por explicar la diferencia con otras telas en pocas palabras, las que se producían en esta zona eran blancas, no teñidas con índigo, y ahí reside el origen de los vaqueros japoneses.

La historia de Kojima y la producción de vaqueros en Japón

Año 712
Kojima aparece mencionada en el Kojiki.

Periodo Edo (1603-1868)
Prospera el cultivo de algodón y la producción de tela para velas, entre otros.

Periodo Meiji (1868-1912)
Producción de toldos y vestimenta de trabajo.

Periodo de la posguerra (1945-1960)
La producción se concentra principalmente en uniformes escolares.

1965
Se fabrican los primeros vaqueros de producción nacional.

1980 – 1999
Aumenta la competencia en el mercado debido a la entrada de marcas internacionales.

1998
Uniqlo lanza al mercado vaqueros de bajo precio.

Lista confeccionada por el autor.

Durante el periodo Meiji, en los alrededores de la zona prosperaron las fábricas de hilados y se producían tiendas de campaña, toldos para camiones y vestimenta de trabajo, entre otros. Al terminar la Segunda Guerra Mundial, la producción se concentró en uniformes escolares de algodón, de los cuales Kojima se convirtió en el mayor fabricante. Gracias a su larga historia de producción algodonera, los fabricantes de la zona fueron acumulando una excelente técnica de costura.

Un doloroso cambio

Kojima, principal productor de algodón en Japón, se enfrentó a una crisis con la aparición en el país del poliéster en la segunda parte de la década de 1950. Se trataba de un material revolucionario que prometía ser más delgado que la seda y más fuerte que el hierro. Para Kojima, esto significó una innovación destructiva.

Se comenzaron a preferir los uniformes escolares hechos de poliéster y los de algodón pasaron de moda. Los almacenes del importante fabricante Maruo Hifuku (ahora Big John) estaban llenos de uniformes hechos de algodón. Desconcertado, Ozaki Kotarō, presidente de la firma, se inspiró en la popularidad de la que gozaban los pantalones vaqueros en la calle comercial Ameyoko en Ueno (Tokio), que en ese entonces eran conocidos en japonés como G-pan(*1).

Una máquina de coser de la marca estadounidense Union Special que data de la década de 1960. Con este tipo de máquinas se pueden coser dobladillos enrollados, una de las características más remarcables de los vaqueros. (Fotografía del Betty Smith Jeans Museum)
Una máquina de coser de la marca estadounidense Union Special que data de la década de 1960. Con este tipo de máquinas se pueden coser dobladillos enrollados, una de las características más remarcables de los vaqueros. (Fotografía del Betty Smith Jeans Museum)

Ozaki compró unos vaqueros hechos en Estados Unidos y analizó cuidadosamente las costuras y el material, entre otros elementos. Con la gran experiencia en técnicas de costura que tenía su empresa, confiaba en poder fabricarlos. Sin embargo, además de que era la primera vez que veía algodón teñido con índigo, es decir, tela para vaqueros, su firma no contaba con otras materias primas como remaches metálicos para reforzar las orillas de los bolsillos, botones, cremalleras, hilos para coser algodón grueso y las máquinas de coser adecuadas.

Tuvo que importar casi todo de Estados Unidos para, por fin, poder comenzar la producción de vaqueros en Japón en abril de 1965.

En la década de 1970, muchas mujeres jóvenes trabajaban y vivían en los dormitorios de la empresa. (Fotografía del Betty Smith Jeans Museum)
En la década de 1970, muchas mujeres jóvenes trabajaban y vivían en los dormitorios de la empresa. (Fotografía del Betty Smith Jeans Museum)

Creación de marca

Ozaki era un hombre de estatura baja incluso para los estándares de los japoneses. Además, si se hubiera traducido su nombre de pila —Kotarō— al inglés, habría equivalido a algo como “Little John” (“Juanito”). El equipo de desarrollo de productos de su empresa, liderado por el propio Ozaki, pensó que una marca con ese nombre haría pensar a los consumidores que se trataba de ropa para niños, por lo que decidió llamarla Big John.

Los primeros pantalones vaqueros de la marca Big John de 1965. (Fotografía del Betty Smith Jeans Museum)
Los primeros pantalones vaqueros de la marca Big John de 1965. (Fotografía del Betty Smith Jeans Museum)

Con el paso del tiempo, personas de todas las clases sociales, edades y de ambos sexos, comenzaron a usar pantalones vaqueros. No obstante, Ozaki se dio cuenta de las diferencias físicas entre hombres y mujeres, por lo que creó Betty Smith, una marca exclusiva para ellas. Además, en 1969 creó Bobson, una marca que era el “hermano menor” de Big John. Este estilo de posicionamiento de marcas(*2), que era poco común en Japón en esa época, resultó ser un éxito.

Los primeros pantalones vaqueros para mujeres de la marca Betty Smith, del año 1970. (Fotografía del Betty Smith Jeans Museum)
Los primeros pantalones vaqueros para mujeres de la marca Betty Smith, del año 1970. (Fotografía del Betty Smith Jeans Museum)

Anuncio de la marca Betty Smith de la década de 1970. (Fotografía del Betty Smith Jeans Museum)
Anuncio de la marca Betty Smith de la década de 1970. (Fotografía del Betty Smith Jeans Museum)

Vale la pena mencionar que sus productos se anunciaban y se vendían como si fueran marcas de California. A partir de la década de 1970, la industria textil de Japón perdió la competitividad en exportación debido a autorregulaciones impuestas a las exportaciones a Estados Unidos, la apreciación del yen y la industrialización de las naciones en desarrollo, factores que favorecieron la entrada de un gran número de productos de otros países a Japón. Ahora, los consumidores japoneses conocieron de primera mano las marcas californianas y sus estándares aumentaron. Esta es la razón por la que los fabricantes de Kojima se vieron forzados a diferenciarse de sus competidores.

Originalidad

Al principio, los fabricantes adquirían los materiales en Estados Unidos, pero todos buscaban la forma de producirlos por sí mismos. Además, como se mencionó anteriormente, los cambios en la industria exigieron que los productores de Kojima buscaran la innovación.

Desde la antigüedad, en la región de Sanbi (Bizen, Bichū, Bigo) que se extiende de la prefectura de Okayama a la de Hiroshima y en la que se encuentra Kojima, el teñido con índigo se usaba ampliamente. Ya que contaban con experiencia en este sector, pudieron embarcarse rápidamente en el teñido con índigo de telas. Kaihara, un fabricante de telas de Fukuyama, en la prefectura de Hiroshima, fue uno de los pioneros del teñido con índigo para vaqueros y en la actualidad posee más del 50 % del mercado nacional de vaqueros.

Según la Asociación Japonesa de Tejedores de Algodón y Fibras Textiles, en el ejercicio fiscal 2024 se produjeron 26.050.000 metros cuadrados de tela para vaqueros en esta región, es decir, casi la totalidad del mercado nacional. Su calidad y originalidad ha fascinado a fabricantes de vaqueros de todo el mundo. En la ciudad de Ihara, al oeste de Kurashiki, se encuentra la sede de la firma Kuroki, que cuenta con una alianza con la marca de alta gama más grande del mundo, LVMH (Louis Vuitton Moët Henessy), por saberse que aplica técnicas tradicionales de tejidos japoneses a la producción de vaqueros.

Las telas para vaqueros producidas en la región de Sanbi son transportadas a Kojima, donde se transforman en productos vaqueros de alta calidad. Los fabricantes de esta región cuidan hasta el más mínimo detalle de los productos, con técnicas de alta calidad que se han transmitido de generación en generación. La técnica de corte de patrones para que los vaqueros se ajusten al cuerpo y sean cómodos, así como los más de 200 años de innovaciones tecnológicas en el cosido de algodón grueso son el corazón de Kojima. Una de las características de los vaqueros es que se encogen un poco con el uso. A través de su experiencia con el uso de los patrones y la tecnología de cosido, los fabricantes de Kojima han aprovechado esta característica para conseguir que sus pantalones sean muy cómodos.

En Kojima, las técnicas de cosido transmitidas de generación en generación son el secreto de la comodidad de su pantalones. (Fotografía del Betty Smith Jeans Museum)
En Kojima, las técnicas de cosido transmitidas de generación en generación son el secreto de la comodidad de su pantalones. (Fotografía del Betty Smith Jeans Museum)

Los fabricantes de Kojima han intentado crear un valor propio y no simplemente imitar a marcas de solera de pantalones vaqueros de otros países, tales como la estadounidense Levis. Uno de los ejemplos más representativos de esto son los estilos de lavado que han desarrollado. De esta manera se consiguen vaqueros más suaves y cómodos.

El lavado a la piedra es una técnica en la que se usa piedra pómez o abrasivos. También está el lavado químico con blanqueador y otros productos, o el lavado descolorante, con blanqueador y otros oxidantes y reductores neutralizantes. También está la técnica de desgaste, con la que se daña intencionalmente la tela para conseguir un estilo vintage y aumentar el valor del producto. Gracias a estos métodos, los vaqueros de Kojima han logrado no solo diferenciarse de las marcas del extranjero, sino también imponer nuevas modas en la industria. El refinamiento de estas técnicas es una de las razones por las que los vaqueros de muchas marcas internacionales son producidos en Kojima.

Líder mundial de la industria

¿Qué se puede hacer para que los vaqueros de Kojima sigan desarrollándose? Se pueden mencionar cinco retos.

  1. Fusión de técnicas tradicionales e innovación tecnológica.
  2. Fortalecimiento de marcas.
  3. Lazos entre la industria y el turismo.
  4. Medidas medioambientales.
  5. Reutilización y reciclaje.

Con respecto a la innovación tecnológica, la técnica de desgaste con láser es una fusión de nuevas tecnologías y técnicas tradicionales que está abriendo nuevos mercados. Para el fortalecimiento de la marca “hecho en Kojima” se puede aprender de la experiencia de la industria relojera de Suiza que ha logrado renacer con una estrategia mercadotécnica excelente. La Jeans Street, una calle donde se concentran muchas tiendas de vaqueros en Kojima, y el Museo de los Vaqueros, que ofrece un registro de la historia del producto, pueden convertirse en atractivos turísticos que saquen ventaja y den a conocer la cultura de los vaqueros en Kojima, y ayuden a atraer nuevos seguidores.

En la entrada de la Jeans Street en Kojima se puede ver un anuncio muy particular. (Fotografía de la Cámara de Comercio e Industria de Kojima)
En la entrada de la Jeans Street en Kojima se puede ver un anuncio muy particular. (Fotografía de la Cámara de Comercio e Industria de Kojima)

Una alcantarilla de la Jeans Street, en Kojima. Se puede apreciar el detalle del logo y los puntos de cosido de color naranja. (Fotografía de la Cámara de Comercio e Industria de Kojima)
Una alcantarilla de la Jeans Street, en Kojima. Se puede apreciar el detalle del logo y los puntos de cosido de color naranja. (Fotografía de la Cámara de Comercio e Industria de Kojima)

Sobra decir que se deben seguir tomando medidas para administrar el uso de los grandes volúmenes de agua y productos químicos que se utilizan para la fabricación de vaqueros y proteger el medioambiente. Además, el descarte de prendas de vestir se ha convertido en un problema a nivel mundial, por lo que será de gran importancia pensar cómo reusar los vaqueros viejos.

Según Ōshima Yasuhiro, otrora director de la Cámara de Comercio e Industria de Kojima y presidente de Betty Smith, “Kojima, además de ser la cuna de los vaqueros japoneses, necesita mantener su puesto como el principal fabricante del uniforme del mundo: los vaqueros”.

Para hacer frente a los desafíos mencionados en este artículo y materializar las palabras de Ōshima, es necesario que los fabricantes transmitan cuanto antes su tradición, y formen a personas capaces de planear innovaciones. Además, la industria también necesita una figura emprendedora que continúe con el legado de Ozaki Kotarō, alguien que planee y ejecute una vía hacia el futuro.

La calle Jeans Street de Kojima, repleta de turistas. (Fotografía de la Cámara de Comercio e Industria de Kojima)
La calle Jeans Street de Kojima, repleta de turistas. (Fotografía de la Cámara de Comercio e Industria de Kojima)

Material de referencia

  • Hasuda Zenmei, Gendaigo yaku Kojiki (Traducción al japonés moderno del Kojiki), editorial Iwanami Gendai Bunko, 2013.
  • Sugiyama Shinsaku, Nihon jīnzu monogatari (La historia de los vaqueros en Japón), editorial Kibito, 2009.
  • Clayton M. Christensen. The Innovator’s Dilemma (El dilema del innovador), Harvard Business Review Press, 1997.
  • Joseph A. Schumpeter. Teoría del desenvolvimiento económico. Fondo de Cultura Económica, 1957.
  • Michael E. Porter. Estrategia competitiva. Grupo Editorial Patria, 1982.
  • Michael E. Porter. La ventaja competitiva de las naciones. Plaza y Janés, 1991.

(Artículo traducido al español del original en japonés. Imagen del encabezado: vaqueros colgados en la entrada de la calle Jeans Street en Kojima. Fotografía de la Cámara de Comercio e Industria de Kojima.)

(*1) ^ Los vaqueros se conocían como G-pan en Japón debido a que eran los pantalones usados por las fuerzas de ocupación y eran Government Issue, es decir, suministrados por el Gobierno.

(*2) ^ Se trata de uno de los conceptos básicos de la mercadotecnia y se refiere al medio por el cual se diferencian los productos en el mercado.

Publicar comentario