2026 será el año del caballo: curiosidades de este signo del zodíaco chino

Escribe un artículo en francés sobre: ​​2026 será el año del caballo: curiosidades de este signo del zodíaco chino
rewrite this content and keep HTML tags as is:

Según el eto, 2026 será el año del Caballo de Fuego. El zodíaco chino se originó a partir de la antigua filosofía china del yin-yang y los cinco elementos. Inicialmente constaba de una combinación de diez elementos (jikkan) y doce signos (jūnishi), pero ahora en Japón casi no se habla de los primeros. Estos son algunos datos y curiosidades sobre el caballo.

Caballo como división horaria y como punto cardinal

El caballo (uma) es el séptimo signo de la serie que se inicia con el ratón (ne). En su origen, tanto los 12 signos o “ramas” como los 10 “troncos” servían para señalar los años, meses, días, horas y direcciones. Existía la “hora del caballo” que abarcaba desde las 11 de la mañana hasta la una de la tarde. El mediodía coincidía exactamente con el punto central de ese periodo de tiempo y esa es la razón de que el signo del caballo aparezca como segundo componente de la palabra shōgo (mediodía), muy utilizada en todos los ámbitos, por ejemplo, en el saludo inicial de los noticieros de las 12:00 de la radiotelevisión pública NHK.

El punto cardinal correspondiente al caballo es el sur y el correspondiente al ratón, el norte. Por eso, el meridiano se llama en japonés shigosen (“línea ratón-caballo”).

(Pixta.)
(Pixta.)

El ema, sustituto del caballo de verdad

El caballo aparece en muchos relatos como montura de los dioses y ha tenido una imagen sacralizada desde antiguo. En Japón existía la costumbre de ofrendar caballos a los santuarios sintoístas. Pronto surgieron entre las clases populares sustitutos, en forma de figuras de tierra, madera, paja, etcétera. El siguiente paso en esta sustitución fue dibujar simplemente un caballo en una tablilla votiva (ema). Ahora, muchos escriben en esas tablillas peticiones (“que apruebe el examen”, “que mi familia conserve la salud”, etcétera) y las depositan en los santuarios, pero son pocos los que se acuerdan de dar algún donativo cuando esas peticiones se cumplen.

(Pixta.)
(Pixta.)

Dichos y expresiones de caballos

馬の耳に念仏 (Uma no mimi ni nenbutsu, ‘es como rezarle a un caballo a la oreja’)

Nuestros rezos a los budas no tendrán ninguna efectividad si los dirigimos a un caballo, que ni los entenderá ni mostrará el menor interés en ellos. Algo parecido ocurre con ciertas personas que no aceptan consejos ni atienden a razonamientos. Equivalente a las expresiones españolas “predicar en el desierto” o “entrar por un oído y salir por el otro”.

(Pixta.)
(Pixta.)

馬子にも衣装 (Mago ni mo ishō, ‘un traje dignifica hasta a un arriero’)

Mago es “arriero” o “mozo de caballo” e ishō “traje”. Quiere decir que si alguien, por muy humilde que sea su condición social, se viste y arregla convenientemente, puede causar una muy buena impresión. Equivalente a los refranes españoles “el sastre hace al hombre” o “botas y gabán cubren mucho mal”.

馬が合う (Uma ga au, ‘encajar bien el caballo’)

Se usa para indicar, en general, el buen entendimiento y compenetración que se obtienen de forma natural con otra persona, y que facilitan el desempeño de una tarea.

人間万事塞翁が馬 (Ningen banji, saiō ga uma, ‘las cosas humanas, como el caballo del viejo del fuerte’)

En la antigua China, un anciano que vivía en un fuerte fronterizo tenía un caballo. Un día, el caballo escapó y se internó en territorio enemigo. Al cabo del tiempo, cuando ya lo creían perdido, reapareció acompañado de una preciosa yegua. El hijo del anciano montó aquel caballo, se cayó de él y se rompió una pierna. Pero gracias a esa desgracia evitó ser llamado a filas y quizás morir en la guerra. La historia transmite las ideas contenidas en la expresión “la vida da muchas vueltas” y en el refrán “no hay mal que por bien no venga”.

生き馬の目を抜く (Ikiuma no me wo nuku, ‘ese le sacaría un ojo a un caballo vivo’)

Aprovecha el doble sentido de la frase “me wo nuku” (“sacar un ojo” y “burlar la vigilancia, engañar”), combinándolo con la dificultad de hacerle tal cosa a un animal tan rápido como un caballo. Se aplica a las personas avispadas que actúan con rapidez y osadía en la persecución del beneficio.

天高く馬肥ゆる秋 (Ten takaku uma koyuru aki, ‘otoño de cielos rasos y caballos bien nutridos’)

En la estación de las mieses, la atmósfera limpia y fresca despierta el apetito de los caballos, que crían carnes a ojos vistas. Este dicho, no obstante, lo formuló un antiguo poeta chino con una intención muy concreta. Quería alertar a sus compatriotas frente al peligro de ataque por parte de los pueblos nómadas de las estepas del norte en esta estación del año en que los caballos se muestran más briosos que nunca. Pero en Japón el dicho ha perdido su sentido admonitorio y se utiliza, simplemente, para ponderar lo delicioso de esta estación.

下馬評 (Gebahyō, ‘censuras desde el apeadero’)

Geba es el lugar donde, antiguamente, los caballeros se apeaban de sus monturas a la entrada de castillos o templos. Al cuidado de los caballos quedaban los mozos o pajes, que dedicaban el tiempo de espera a hablar a sus anchas de cualquier asunto que les interesara. De ahí procede esta palabra, que designa todas esas opiniones, censuras y predicciones que la gente hace sin mayor fundamento, precisamente porque no le conciernen ni afectan.

尻馬に乗る (Shiriuma ni noru, ‘montarse en caballo de otro jinete’)

Asumir como propias ideas ajenas o imitar el comportamiento de otro como un borrego, sin haberse parado a reflexionar.

馬脚をあらわす (Bakyaku wo arawasu, ‘salir a relucir la pata del caballo’)

Bakyaku es, literalmente, “pata de caballo”, pero también designa al actor que simula con su cuerpo ser los cuartos traseros de un caballo. Este dicho se usa para señalar la inoportuna aparición de algún rasgo delator de un defecto o de alguna fechoría.

Fotografía del encabezado: Pixta.

(Traducido al español del original en japonés.)

Publicar comentario