El Gran Buda de Asuka

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Es la imagen del nyorai Shaka más antigua de Japón. Se cree que ante ella oraron el príncipe Shōtoku, el noble Soga no Umako y otros personajes de la más remota antigüedad japonesa. Desde su asiento en la vieja Nara, el buda ha contemplado los avatares de este país durante 1.400 años.

La estatua sedente del nyorai Shaka que se conserva en el templo de Asuka (municipio de Asuka, prefectura de Nara), famosa por ser la imagen búdica más antigua de Japón, es popularmente conocida como el Gran Buda de Asuka.

El templo de Asuka comenzó a construirse en 588, pocos años después de la transmisión del budismo a Japón. Su impulsor fue Soga no Umako, un influyente noble que deseaba hacer de esta religión eje de la gobernabilidad del país. Fue el primer complejo budista de Japón dotado de todos los elementos arquitectónicos. Por la extensión de sus terrenos, 20 veces mayores que los actuales, se cree que llegó a superar incluso al grandioso templo de Hōryūji.

La fabricación de esta estatua de bronce comenzó en 605 y finalizó en 609. Los textos budistas afirmaban que el buda histórico, Shaka (sánscrito: Sakyamuni) tenía una estatura de un y seis shaku (4,8 metros aproximadamente) y esta imagen alcanzaría esta misma estatura si estuviera erguida. Como está sentada, tiene 2,75 metros.

Para hacerla se utilizaron 15 toneladas de bronce y 30 kilos de oro para el recubrimiento o baño. Destaca en ella el aire “continental” que exhala, con cara alargada, ojos grandes y almendrados, y una ligera sonrisa arcaica.

Su autor fue el artesano de origen continental Kuratsukuri no Tori, llamado también el Maestro Tori. Como ocurre con su obra más conocida, la tríada de Shaka del templo de Hōryūji (tesoro nacional), se supone que también esta figura del templo de Asuka debió de estar flanqueada por dos bodhisattva y portar a su espalda una gran aureola. Pero durante el periodo Kamakura (1185-1333), el templo sufrió grandes pérdidas en sus edificios debidas a incendios causados por la caída de rayos. La imagen y su entorno también sufrieron grandes daños.

Luego, la imagen quedó expuesta a los elementos durante mucho tiempo hasta que a principios del periodo Edo (1603-1868) se construyó el Angoin, un sencillo edificio para contenerlo, y fue reparada. El actual hondō o edificio principal del templo no fue reconstruido hasta 1825.

La razón de que, pese a ser la imagen de Buda más antigua de Japón no haya sido designada tesoro nacional es que durante mucho tiempo se creyó que solo la parte de alrededor de los ojos y una porción de los dedos de la mano derecha eran originales, siendo el resto añadidos hechos posteriormente, tras los daños sufridos en el periodo Kamakura. Sin embargo, análisis con rayos X y otros estudios realizados durante la pasada década probaron que casi toda la cara y la mano derecha eran originales. Se ha señalado también que en la reparación se reutilizó el bronce de la propia imagen que los incendios habían fundido. Es probable que un día no demasiado lejano sea designada tesoro nacional.

Pero la veneración de que es objeto el Gran Buda de Asuka no depende de esas cosas. Ha permanecido ahí 1.400 años sentado silenciosamente sobre su basa sin haber sido trasladado nunca a otro lugar pese a los graves daños sufridos y a la pérdida de sus dos acompañantes.

¿Juntarían las palmas de sus manos y contemplarían su cara desde el mismo lugar que ocupamos ahora nosotros personajes de la antigüedad como el príncipe Shōtoku o la emperatriz Suiko?

Paisaje campestre a las puertas del templo de Asuka, que no debe de haber cambiado mucho desde el lejano periodo Asuka (mediados del siglo VII-710).

Paisaje campestre a las puertas del templo de Asuka, que no debe de haber cambiado mucho desde el lejano periodo Asuka (mediados del siglo VII-710).

“Los almendrados ojos del Gran Buda de Asuka, que sobrevivió milagrosamente al fuego, me recuerdan a los de los budas de piedra que fueron hallados entre las ruinas del antiguo templo budista de Longxing, en la ciudad de Qingzhou (provincia de Shandong, China). Al fotografiar estas imágenes budistas chinas y japonesas, que fueron hechas con una diferencia de unos pocos decenios, creí sentir el estrecho vínculo que debió de unir en la antigüedad la tierra de Asuka con la península de Shandong”. Son palabras del fotógrafo Muda Tomohiro.

Ese sonriente semblante que cruzó el mar y se sitúa ya más allá del espacio y del tiempo continúa derramando su protectora mirada sobre todos los seres.

Estatua sedente del nyorai Shaka (Gran Buda de Asuka)

  • Nombre en japonés: Shaka nyorai zazō (Asuka Daibutsu)
  • Altura: 2,75 m.
  • Época: Periodo Asuka
  • Colección: Angoin (Asukadera)
  • Grado de protección: Bien cultura de importancia (catalogado como Dōzō Shaka nyorai zazō)

Fotografía del encabezado: El Gran Buda de Asuka, en el templo de Asuka. (Fotografía: Muda Tomohiro)

(Traducido al español del original en japonés.)

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