‘Kimetsu no Yaiba – The Movie: Infinity Castle’ se convierte en un éxito mundial: la estrategia del grupo Sony para superar a Disney

Escribe un artículo en francés sobre: ​​‘Kimetsu no Yaiba – The Movie: Infinity Castle’ se convierte en un éxito mundial: la estrategia del grupo Sony para superar a Disney
rewrite this content and keep HTML tags as is:

El último trabajo de la serie de animación Kimetsu no yaiba, gran éxito en Japón y en el extranjero, sigue batiendo récords. Desvelamos la estrategia de Sony, que busca dominar la industria mundial del anime al posicionar esta obra como poderosa propiedad intelectual.

Estreno en más del 70 % de las salas de cine

Kimetsu no yaiba: mugen-jō-hen (“Kimetsu no yaiba: arco de la fortaleza infinita”, distribuida en inglés como Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba – The Movie: Infinity Castle), estrenada el 18 de julio de 2025, es la primera película de la serie en la gran pantalla en cerca de cinco años, y secuela de Kimetsu no yaiba: mugen ressha (Guardianes de la noche: el tren infinito), estrenada en octubre de 2020, la película más taquillera en la historia de Japón. De las 590 salas de cine del país, 443 (el 75 %) estrenaron la película el primer día de su lanzamiento. La película estadounidense Jurassic World: Rebirth, de Universal, cuyo estreno coincidía con el de Kimetsu no yaiba, se retrasó en Japón para evitar la competencia.

Ingresos de taquilla poco después del estreno de películas populares

En los primeros 31 días desde su estreno, la película ha recaudado 25.700 millones de yenes, y ha sido vista por unos 20 millones de personas. Se espera que supere los 40.000 millones de yenes, los ingresos de taquilla de la obra anterior, para mediados de octubre.

¿Superará a Ghibli?

Aunque Kimetsu no yaiba ya ha batido varios récords del cine japonés, la pregunta es si conseguirá el estatus de “anime nacional”.

Actualmente, el récord de mayores ingresos de taquilla con una sola serie de anime cinematográfico en Japón lo ostenta Meitantei Konan (Detective Conan), que ha acumulado 134.700 millones de yenes con un total de 28 películas. Sin embargo, el título de “anime nacional” se ha asociado siempre a Studio Ghibli, cuyas películas han cautivado al público. Con un total de 168.700 millones de yenes en ingresos y 120 millones de espectadores, es la verdadera referencia para dicho título.

Según el Libro Blanco del Ocio 2024 del Centro de la Productividad de Japón, 31,3 millones de personas disfrutaron del cine en 2024. Los 28,97 millones de espectadores de Kimetsu no yaiba: mugen ressha representan más del 90 % de esa cifra. Se estima que el número de personas que ven la serie de forma gratuita en televisión es el doble, por lo que Kimetsu no yaiba tiene el potencial de superar a Ghibli.

Aunque la industria cinematográfica japonesa estuvo estancada durante las décadas de 1970 a 1990, Ghibli la revitalizó al establecer el género de “anime cinematográfico”. El público del cine, que había ido disminuyendo desde su punto álgido de 1.120 millones de espectadores en 1958, mostró una tendencia al alza tras tocar fondo, algo a lo que Mononoke hime (La princesa Mononoke, 1997) contribuyó significativamente.

Desde entonces, los sucesivos éxitos de Ghibli, junto con el auge de los multicines, atrajeron de nuevo al público y fomentaron el hábito de ir a ver películas en familia durante las vacaciones de primavera, las de Golden Week y las de verano. Este hito cultural, logrado únicamente por Ghibli, ahora parece a punto de verse reescrito por Kimetsu no yaiba.

La estructura tridimensional de la “fortaleza infinita” del título (mugen-jō), que parece extenderse hasta el fin del mundo, y las rápidas escenas de combate son de una calidad visual inaudita en la animación hasta la fecha. Los 155 minutos de la película no se hacen largos en absoluto. Conmueve al público de principio a fin, haciendo incluso que los más pequeños derramen lágrimas.

Se ha anunciado que el “arco de la fortaleza infinita” iniciado por esta última película será una trilogía. Se espera que las dos secuelas generen 80.000 millones de yenes y atraigan a 60 millones de espectadores. Es fácil imaginar que el fenómeno Kimetsu no yaiba volverá a estallar con fuerza cuando esas películas se estrenen. La historia de la animación japonesa que ha forjado Ghibli será reescrita, sin duda.

Popularidad abrumadora frente a otros contenidos

Un estudio de la empresa de investigación GEM Partners rastrea el número actual de seguidores de diversos contenidos como anime, juegos, personajes, música y películas.

La comparación de los principales contenidos de Japón muestra que la popularidad de Kimetsu no yaiba se disparó entre 2020 y 2022. Se cree que el pico de popularidad fue incluso mayor a finales de 2020, cuando se estrenó Kimetsu no yaiba: mugen ressha. En 2022, el número de seguidores era de 4,3 millones, y se registraron picos de más de 2 millones de seguidores con el lanzamiento de Kimetsu no yaiba: katanakaji no sato-hen (el “arco de la aldea de los herreros”) en la primavera de 2023, y con Kimetsu no yaiba: arco de entrenamiento de los pilares en la primavera de 2024. Con el estreno de Kimetsu no yaiba: mugen-jō-hen se espera una tendencia similar para julio y agosto de este año.

Sin embargo, a diferencia de años anteriores, la competencia de contenidos es mucho mayor. Obras como Detective Conan y Chiikawa ven aumentar de forma constante el número de sus fans incondicionales.

Número de aficionados por contenido

Buen comienzo en el extranjero: China, la clave para alcanzar los 100.000 millones de yenes

La clave para un mayor crecimiento de Kimetsu no yaiba, que ya ha consolidado su posición como uno de los contenidos más importantes de Japón, será su popularidad en el extranjero.

Los estrenos en el extranjero comenzaron a mediados de agosto en Indonesia, Hong Kong, Malasia, Tailandia y Vietnam, recaudando más de 3 millones de dólares en cada país. Se ha confirmado su estreno en más de 80 países y regiones, incluyendo América del Norte y del Sur, y Oceanía. Los ingresos de taquilla de Kimetsu no yaiba: mugen ressha, que se estrenó durante la pandemia, fueron de 120 millones de dólares en el extranjero, por lo que se espera que esta nueva obra supere sin duda a la anterior.

En China, no se puede ver la versión “oficial” de Kimetsu no yaiba debido a que las escenas de combate son consideradas problemáticas. Sin embargo, su popularidad está más que demostrada, dada la estupenda acogida que ha recibido en eventos de anime como el Bilibili World, organizado por la plataforma china de vídeo Bilibili.

China es un gran mercado para el anime japonés, como demuestran Suzume (estrenada en China en 2023), de Shinkai Makoto, que recaudó 800 millones de yuanes, y El chico y la garza (estrenada en 2024), de Miyazaki Hayao, que recaudó 790 millones de yuanes. Si Kimetsu no yaiba: mugen-jō-hen se estrenara oficialmente, superaría a ambas películas. No sería sorprendente que los ingresos de taquilla a nivel mundial superaran los 100.000 millones de yenes.

El núcleo de la estrategia global

Kimetsu no yaiba es una producción de Aniplex, filial de Sony Music Entertainment (SME) que también se encarga de la distribución y el lanzamiento internacional. La empresa se ha ido desarrollando junto con la estrategia global de Sony (ahora el grupo Sony).

Su origen se remonta a la división de producción de anime de Sony Pictures Entertainment (SPC), inspirada por las obras de animación de Disney e iniciada por Ōga Norio, presidente de Sony durante la adquisición de CBS Records (ahora SME) y la de Columbia Pictures (ahora SPE), así como del desarrollo de la consola de videojuegos PlayStation. La empresa de animación, que había registrado pérdidas desde su creación hasta el éxito de Fullmetal Alchemist (2003), se convirtió en líder de la industria japonesa del anime gracias a éxitos como las series Fate y Puella Magi Madoka Magica, y, finalmente, con Kimetsu no yaiba.

A finales de la década de 1990, el cine de animación y de acción real de Walt Disney pasaba por un mal momento, pero la empresa se recuperó con grandes éxitos en la década de 2010 gracias a la adquisición de Pixar en 2006, Marvel en 2009 y Lucasfilm en 2012. En particular, Pixar, antes una pequeña empresa que había liderado la industria de la animación por computadora, se convirtió en una pieza clave de Disney. Tras esta unión de fuerzas, las películas de la serie Toy Story pasaron de generar 400 millones de dólares en 1995 a 500 millones en 1999 y 1.000 millones en 2010 y 2019. Aniplex, cuyo desarrollo recuerda al de Pixar, es sin duda “el Pixar del grupo Sony”.

Con Kimetsu no yaiba como eje de su estrategia global, el grupo Sony, que expande su negocio de propiedad intelectual a todo el mundo, aspira a superar a Disney. El éxito continuado de la serie hace que este sueño no parezca nada descabellado.

(Artículo traducido al español del original en japonés. Imagen del encabezado: el público acude al estreno de la última película de Kimetsu no yaiba el 18 de julio de 2025 en la sala Toho Cinemas Hibiya, en el distrito de Chiyoda, Tokio – Kyōdō.)

Publicar comentario