La evolución de la ‘nominication’: jóvenes adeptos, veteranos reticentes

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Los nomikai, o cenas con copas, son una costumbre muy arraigada en el entorno laboral japonés. Una de sus finalidades es la nominication, esa comunicación que se establece mediante el alcohol en la que uno se permite expresar lo que realmente piensa y que contribuye a facilitar los vínculos interpersonales.

Las fiestas de fin y principio de año caen un 20 % y cada vez más gente las considera innecesarias

Las voces de los comensales que brindan alzando la copa (“Kanpai!”) resuenan por la sala de la taberna. Celebran un nomikai, una cena de grupo con alcohol. Comparten la comida sentados bien cerca unos de otros y relajan los nervios bebiendo. Aquí pueden hablar con una sinceridad que habitualmente no les está permitida.

Nominication es un neologismo compuesto por nomu (‘beber’) y communication (‘comunicación’) que designa la comunicación que se establece en los nomikai. Se considera un elemento integrante de la cultura laboral nipona. La publicación JOBS IN JAPAN, dirigida a trabajadores extranjeros, dice sobre este tipo de reuniones: “El alcohol es uno de los ‘lubricantes’ sociales más efectivos y los nomikai representan una parte imprescindible de la vida laboral en Japón”.

Los trabajadores de Japón comparten copas en ocasiones muy variadas, como por ejemplo las fiestas de bienvenida o despedida de empleados, las cenas de principio y fin de año, las fiestas con empleados de su misma promoción, las reuniones para compartir aficiones, las fiestas solo de hombres o solo de mujeres, las celebraciones de verano y las de navidades, las fiestas para agradecer los servicios a un empleado, etc. Los participantes tienen en cuenta las relaciones jerárquicas y personales con otros miembros y los subordinados llenan el vaso a sus superiores cuando ven que lo tienen vacío o les sirven comida de las bandejas para compartir. En los grandes banquetes, puede haber entretenimiento como espectáculos musicales o de humor, bingo, etc.

Muchos observan la norma de cortesía de mantener la etiqueta de la botella de cerveza mirando hacia arriba al servir a otras personas. Se sigue pensando que servir bebida y comida a los superiores es tarea de los subordinados. (Pixta)
Muchos observan la norma de cortesía de mantener la etiqueta de la botella de cerveza mirando hacia arriba al servir a otras personas. Se sigue pensando que servir bebida y comida a los superiores es tarea de los subordinados. (Pixta)

Sin embargo, actualmente la situación está cambiando. Según una encuesta de Tokyo Shoko Research, en 2024 solo un 59,6 % de las empresas celebró fiestas de fin y principio de año, casi 20 puntos menos que en 2019, antes de que estallara la pandemia. “No hay mucha demanda” y “Cada vez más empleados las eluden” son algunos de los motivos que justifican que los nomikai no hayan recuperado la prevalencia del pasado a pesar de que las medidas preventivas contra la COVID-19 ya prácticamente se hayan erradicado.

Porcentaje de celebración de fiestas de fin y principio de año en las empresas

Otra encuesta reveló distintos motivos por los que los encuestados opinaban que los nomikai eran innecesarios, como que en ellos se sienten obligados a actuar con una consideración excesiva o que los perciben como una prolongación del trabajo. Oguchi Yutaka, investigador principal asociado del NLI Research Institute, argumenta: “Con la creciente diversificación de los estilos de trabajo y la mayor separación de la vida laboral y privada, han arraigado nuevas formas de trabajar y vivir que surgieron con la pandemia”.

¿Los trabajadores maduros son más conscientes de problemas como el acoso mediante el alcohol, la salud y el recorte de gastos?

Según la Agencia Nacional Tributaria, el consumo de alcohol del año fiscal 2022 entre la población japonesa fue de 75,4 litros por persona adulta, un 25 % menos que cuando alcanzó su punto álgido, en 1992. Durante mucho tiempo se ha considerado que entre los jóvenes predominaba la tendencia a evitar las cenas de empresa, pero en años recientes las encuestas han desvelado que existe una mayor aprensión entre la población de edad mediana y avanzada.

Según la encuesta de percepción social que llevó a cabo la entidad investigadora Job Sōken sobre datos de movilidad laboral en 2024, fueron muchos menos los encuestados en la franja de 40 a 59 años (51,9 % en la cuarentena y 40,3 % en la cincuentena) que respondieron que deseaban participar en la cena de fin de año que en la franja de 20 a 29 (68,8 %). Otra encuesta realizada en 2023 por la empresa financiera Daikokuya (prefectura de Nagasaki) corroboró que el porcentaje de trabajadores en la cincuentena (27,6 %) que respondieron que les gustaban los nomikai laborales era casi 20 puntos más bajo que el de aquellos en la veintena (46 %).

Deseo de participar en los nomikai

Se cree que la concienciación para con la prevención de riesgos influye en el hecho de que los trabajadores de a partir de 50 años —edades en que abundan los cargos con responsabilidad— muestren rechazo ante los nomikai. En este tipo de eventos se pierde el autocontrol y se dan conductas como el acoso sexual o el abuso de poder. Incluso se ha acuñado la expresión alcohol harrasment (abreviada aruhara), que designa conductas vejatorias duramente condenadas socialmente como forzar a beber alcohol o emborracharse y empezar peleas.

Según la empresa de encuestas laborales Persol Research and Consulting, cerca del 80 % de los encuestados consideraron acoso reprender a los empleados por no asistir a los nomikai o por no servir alcohol a sus superiores. En torno al 50 % cree que el hecho de que otros compañeros pidan cerveza para ellos contra su voluntad también constituye una forma de abuso. Podemos asumir que las invitaciones a las cenas de empresa resultan más complicadas porque hay que tener en cuenta la conducta al beber y la salud de cada uno.

En las cenas de empresa se dan conductas problemáticas como el abuso de poder, el acoso sexual o el acoso mediante el alcohol. (Pixta)
En las cenas de empresa se dan conductas problemáticas como el abuso de poder, el acoso sexual o el acoso mediante el alcohol. (Pixta)

En su directriz sobre la relación entre el consumo de alcohol y la salud publicada en febrero de 2024, el Ministerio de Sanidad, Trabajo y Bienestar estima que la cantidad de alcohol que eleva el riesgo de padecer cáncer de colon es de unos 20 gramos de alcohol puro al día (equivalente a 500 mililitros de cerveza), dato que está contribuyendo a que cada vez más personas de todas las edades tomen conciencia de la relación entre el consumo de alcohol y la salud. Según la encuesta de Daikokuya de 2023, en Japón las personas que forman parte de la población trabajadora participan en una media de 17 nomikai al año, con un gasto medio de 4.237 yenes por cena. Con la subida continua de los precios, no son pocos los que reducen su participación en este tipo de actos.

Coste por nomikai (2023)

La generación de los veinteañeros empezó la vida laboral durante la pandemia, por lo que muchos experimentaron dificultades para comunicarse con sus compañeros y los empleados más veteranos que ellos, y tienden a decantarse por las interacciones presenciales. En la encuesta de Job Sōken, algunos de los motivos que se indicaron para querer participar en los nomikai fueron “Quiero entablar una amistad más profunda con mis compañeros”, “Busco oportunidades de hablar en persona” y “Quiero nutrir la relación con mis superiores”.

Una tradición que crea vínculos entre las personas

Desde la antigüedad, los japoneses vienen valorando el alcohol como un vehículo para establecer relaciones interpersonales que desempeña un importante papel en rituales que marcan hitos vitales. En la página web de la Asociación Japonesa de Fabricantes de Sake y Shōchū se explica lo siguiente.

En las ceremonias nupciales, se suele llevar a cabo un ritual en el que se bebe sake para hacer el juramento matrimonial ante los dioses. Aparte de las bodas, antes existía también una costumbre en la que se intercambiaban vasos de sake entre personas sin vínculos familiares para establecer relaciones como entre hermanos o entre padres e hijos. La expresión compartir copas simboliza el establecimiento de un contrato en Occidente. Y, sin que exista ningún contrato especial, beber con alguien, igual que compartir la comida, indica la existencia de una relación cercana con esa persona.

Según el libro Sake no Nihon bunka (La cultura japonesa del alcohol; Kanzaki Noritake), originalmente los japoneses consumían alcohol en dos fases: el naorai, en que se ofrendaba bebida a los dioses en un gran vaso grande que luego iba pasando de mano en mano para beber por turnos, y el kyōen, una fiesta informal.

Se cree que los japoneses empezaron a beber alcohol en grupo durante la primera guerra sino-japonesa y la guerra ruso-japonesa, que tuvieron lugar en la era Meiji (1868-1912). Se servían bebidas alcohólicas en banquetes para celebrar el envío de tropas y para fomentar la unión de los soldados en la guerra. Las grandes empresas empezaron también a celebrar fiestas de fin de año convirtiéndolas en ocasiones para propiciar la cohesión de la plantilla.

Una taberna del periodo Edo (1603-1868) que servía bebidas alcohólicas y comida, ilustrada en Keisei Awa no Naruko. (Fuente: Colección digital de la Biblioteca Nacional de la Dieta)
Una taberna del periodo Edo (1603-1868) que servía bebidas alcohólicas y comida, ilustrada en Keisei Awa no Naruko. (Fuente: Colección digital de la Biblioteca Nacional de la Dieta)

Se cree que las cenas de trabajo con alcohol se generalizaron y empezaron a considerarse como un lubricante para las relaciones interpersonales en la era del crecimiento económico acelerado que tuvo lugar en la década de los 60. El término nominication apareció en los medios de comunicación en los años 80.

Parece ser que, si los nomikai se han convertido en ocasiones tan valiosas, es porque, a falta de un ambiente que permita expresar las opiniones libremente en el entorno laboral, los trabajadores usan el alcohol para armarse de valor. Según HR Sōken, un organismo investigador del sector de los recursos humanos, más del 60 % de las empresas respondieron que notan que tienen problemas de comunicación interna. La solución efectiva más utilizada entre las grandes empresas (un 52 %) era “fomentar o financiar nomikai y comidas” para los trabajadores.

En cuanto a otros países, Corea del Sur tiene la costumbre también de celebrar nomikai de trabajo y en China se suelen mantener negociaciones comerciales con copas. En Europa y Estados Unidos existe una percepción muy sólida de que, una vez termina la jornada laboral, empieza la vida privada. Son raras las ocasiones en las que se sale a cenar con los compañeros de trabajo. Las comidas o cenas en las que se bebe alcohol se suelen disfrutar con los buenos amigos y no se conciben como una ocasión que hay que aprovechar para establecer relaciones interpersonales.

Cambiar de estilo para asegurar la continuidad de la nominication

Aunque hoy en día se tiende a consumir cada vez menos alcohol, hay sectores de la población a quienes les interesa que la nominication perdure. Asahi Breweries aboga desde 2020 por el smart drinking (abreviado sumadori), una forma de beber que permite optar por bebidas no alcohólicas o con bajo contenido de alcohol. En 2022 abrió el Sumadori Bar en Shibuya (Tokio), que sirve cada cóctel en tres versiones de distinto contenido de alcohol: 0 %, 0,3 % y 0,5 %. Otros fabricantes de bebidas alcohólicas han lanzado también productos de baja graduación en un esfuerzo por salvar la cultura de la nominication.

En el Sumadori Bar de Shibuya, Tokio, se puede disfrutar de una misma bebida con distintas graduaciones de alcohol. (Imagen de Tanaka Ruiko)
En el Sumadori Bar de Shibuya, Tokio, se puede disfrutar de una misma bebida con distintas graduaciones de alcohol. (Imagen de Tanaka Ruiko)

La generación Z, cuyos miembros más veteranos están ahora en la veintena, valoran el taipa (del inglés time performance), es decir, el uso eficiente de su tiempo. Los nomikai suelen durar unas 2 horas, pero a veces la fiesta sigue en un segundo y hasta en un tercer establecimiento, con lo que los participantes vuelven a casa a altas horas de la noche. Por más que se haga en aras de la comunicación, hay quien lo considera ineficiente.

Existen negocios que han empezado a proponer medidas para adaptarse a ese deseo de eficiencia temporal. Un restaurante ofreció, por un periodo limitado, un menú de cena de 15 minutos. El coste, 500 yenes por persona, incluía un tentempié y barra libre de bebida, y en el evento se prohibía servir bebidas a los demás, alargar la duración de la reunión y usar el teléfono inteligente. También sacó una opción de 30 minutos por 1.000 yenes. La iniciativa fue muy popular tanto por lo compacto de la duración como por los precios reducidos.

La forma de trabajar de los japoneses ha cambiado de forma radical con la puesta en vigor de leyes orientadas a reformarla. La normativa en torno a las horas extras se ha reforzado y cada vez más gente valora disponer de tiempo para dedicar a sus aficiones o su familia. En este contexto, la nominication en el trabajo atraviesa también una era de transición.

Fotografía del encabezado: ¿Los jóvenes están más dispuestos a participar en los nomikai? Varios estudios revelan que las personas de edad mediana y avanzada tienden a mostrarse más reticentes a beber con los compañeros del trabajo. (Pixta)

(Traducido al español del original en japonés.)

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