La industria del ‘anime’ hoy: los animadores ‘freelance’ y la tendencia a una producción interna

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El mercado de la industria del anime se cifra en más de 3 billones de yenes, pero las condiciones laborales en sus empresas llevan tiempo causando preocupación; el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha señalado problemas como la explotación laboral. Analizamos prácticas laborales sostenibles para la industria, teniendo en cuenta los cambios que se están dando en ella.

Unos ingresos que tienden al alza

Los problemas laborales en la industria del anime salieron a la luz hace unos quince años. En 2009, el Libro blanco sobre el trabajo de los animadores por parte de la Asociación Japonesa de Creadores de Animación (JAniCA), basado en una encuesta sobre las condiciones reales de la industria, puso de relieve las largas jornadas laborales y los bajos ingresos de los animadores como problema social.

El informe reveló que los ingresos medios anuales de los productores de vídeos (una de las funciones de los equipos de producción) eran de aproximadamente 1,1 millones de yenes, lo que suscitó un gran interés público. El autor lleva realizando trabajo de campo sobre el entorno laboral de la industria del anime desde 2013. El objetivo de este artículo es describir las tendencias actuales en las prácticas laborales de la industria del anime y los retos a los que se enfrenta de cara al futuro.

En primer lugar, se observa una tendencia notable hacia la mejora de las condiciones laborales básicas. Según el Informe de la encuesta sobre las condiciones reales de los productores de animación (JAniCA) de 2023, los ingresos medios anuales en el proceso de una producción de vídeos aumentaron hasta los 2.632.000 yenes, mientras que los del proceso de dibujo original (el segmento de mano de obra más grande dentro del proceso de animación) alcanzaron los 3.998.000 yenes. La media general de los creadores de animación (incluidos animadores, directores, guionistas y productores) fue de 4.555 millones de yenes, lo que coincide con los ingresos medios anuales de 4,6 millones de yenes de los trabajadores asalariados de ese mismo año (Encuesta sobre las condiciones reales de los salarios del sector privado, de la Agencia Nacional de Impuestos).

El contexto en el que se han producido estas mejoras incluye la competencia por contratar animadores en busca de una mayor calidad en la animación, así como el impacto de la legislación relacionada con la reforma del estilo de trabajo. El reciente aumento de los costes de producción parece atribuirse en parte al incremento de los gastos de mano de obra. Aunque hay mucho que debatir sobre estas tendencias en el mercado de la producción de animación y la influencia de los marcos legales, este debate se centra en los cambios que se han producido en la industria del anime en los últimos años.

Trabajo como freelance y empleado

Al examinar las cuestiones laborales que afectan a los animadores, es necesario reconocer como premisa fundamental la existencia de problemas laborales relacionados con las modalidades de trabajo, como el trabajo de freelance y el trabajo autónomo, en los que las personas no están empleadas por empresas, antes de abordar las cuestiones laborales específicas del sector del anime.

Según la encuesta de JAniCA, aunque las cifras varían ligeramente de un año a otro, la proporción de creadores que trabajan como freelance o autónomos se sitúa entre el 50 % y el 70 %. Teniendo en cuenta que los trabajadores autónomos representan el 7,6 % de la población activa de Japón (Ministerio del Interior y Comunicaciones, Encuesta básica sobre la estructura del empleo 2022), los animadores constituyen una profesión con una proporción notablemente alta de trabajadores no asalariados. Según el Libro blanco del trabajo de freelance (Asociación de Freelance) publicado en marzo de 2025, el 47,2 % de los autónomos ganaba menos de 4 millones de yenes al año, lo que representa casi la mitad. El trabajo de freelance y el de autónomo implican, por naturaleza, condiciones laborales menos favorables en comparación con el empleo asalariado, y los animadores no son una excepción.

Muchos investigadores laborales sostienen que, dadas las desventajas a las que se enfrentan los freelance y los trabajadores independientes en términos de ingresos y seguridad social, la solución pasa por incorporarlos al ámbito del empleo. Contratar a los trabajadores y proteger sus derechos en virtud de la legislación laboral representa a la postre el enfoque más fundamental para mejorar las condiciones de trabajo. De hecho, como se analiza más adelante, hay indicios de que el empleo directo está aumentando en la industria del anime.

Sin embargo, teniendo en cuenta que las prácticas laborales de Japón han dado lugar a diversos problemas laborales, incluidos casos de karōshi (muerte por exceso de trabajo), es deseable contar con una sociedad en la que se puedan mantener modalidades de trabajo que vayan más allá del empleo tradicional. El autor cree personalmente que se deben explorar simultáneamente mecanismos para mantener un entorno en el que los trabajadores autónomos y freelance puedan trabajar de forma sostenible.

Tendencias de empleo vinculadas a la producción interna

La mayoría de las empresas de producción de animación concentradas en Tokio son pequeñas empresas especializadas en etapas específicas de la producción (subcontratistas y estudios especializados). Sin embargo, se ha observado que durante la década de 2010 la industria del anime comenzó a explorar la “producción interna”, es decir, el establecimiento de sistemas capaces de completar la mayoría de las etapas de producción dentro de una sola empresa de producción (*1). Este cambio se vio impulsado por factores como el deterioro de la rentabilidad de las empresas especializadas en procesos en el contexto de la digitalización y el deseo de los contratistas principales (estudios capaces de asumir y completar directamente la producción) de reducir los costes de subcontratación. De hecho, la consolidación empresarial a través de fusiones y adquisiciones parece haber progresado en los últimos años.

Este cambio hacia la producción interna tuvo como efecto un fomento del empleo. Por lo general, cuando una empresa sigue produciendo bienes o servicios dentro de sus propias instalaciones, acumula conocimientos técnicos únicos. Así, se crea el incentivo de formar y utilizar a los empleados a largo plazo, para transmitir esos conocimientos y convertirlos en fortaleza corporativa. Las empresas japonesas, de hecho, han institucionalizado ese desarrollo personal a largo plazo, comenzando por la contratación masiva de nuevos graduados.

En la actualidad no existe ninguna encuesta sistemática que recoja los cambios en la composición de la mano de obra o las condiciones laborales específicas que acompañan a esa tendencia hacia la producción interna. El autor, sin embargo, tiene la impresión por sus investigaciones de que cada vez son más los jóvenes animadores que trabajan como empleados a tiempo completo. Además, la encuesta de JAniCA de 2023 indica que los trabajadores autónomos y freelance representaban el 47,3 %, frente al 69,6 % de la encuesta de 2019, lo que sugiere que la inclusión de trabajadores dentro de la mano de obra contratada está progresando. Es probable que la mejora mencionada anteriormente en los ingresos medios anuales se pueda considerar resultado del empleo vinculado al cambio hacia la producción interna.

El reto de la sostenibilidad para estudios de pequeña escala

El cambio hacia la producción interna mejorará el grado de protección de los creadores de anime en virtud de la legislación laboral que atañe a los trabajadores asalariados, lo que contribuirá a mejorar los problemas tan citados de los bajos ingresos y las largas jornadas laborales.

Por otro lado, a medida que avanza la producción interna, la disparidad en las condiciones laborales entre las grandes corporaciones y las pequeñas y medianas empresas dentro de la industria del anime podría aumentar aún más. Esto se debe a que, aunque la producción interna progresa gracias al poderío financiero de los principales contratistas, las grandes empresas de entretenimiento y los operadores de plataformas, las pequeñas productoras no desaparecerán.

Se podría pensar que consolidar todas las pequeñas empresas en grandes corporaciones resolvería el problema, pero la solución no es tan sencilla. En sectores como el de la animación, donde la creatividad y la visión artística son fundamentales, hay personas que, tras adquirir experiencia en grandes estudios, crean sus propios estudios pequeños o se convierten en freelance. Sin un entorno en el que puedan seguir trabajando, este tampoco es un resultado deseable, ni desde el punto de vista de la sostenibilidad del sector de la animación ni para los consumidores que desean disfrutar de diversidad en las obras. Esto se debe a que, históricamente, la industria del anime ha visto surgir ideas flexibles y enfoques innovadores también de pequeños estudios.

Además, la actual expansión regional dentro de la industria del anime puede dar lugar a futuros retos en lo que respecta a las prácticas laborales. Si bien la práctica de que las principales empresas de producción establezcan sucursales regionales existe desde hace tiempo, una tendencia notable en los últimos años ha sido la reubicación de creadores (como animadores y directores) a zonas regionales para establecer estudios. Esto podría servir de plataforma para los jóvenes que desean trabajar en la producción de anime, pero a quienes les resulta difícil trasladarse a Tokio.

Se necesitan directrices para abordar las cuestiones laborales en los estudios de pequeña escala; cómo apoyar a estos estudios regionales sigue siendo un reto para el futuro.

Un sistema para apoyar la colaboración entre trabajadores freelance

Como ya hemos comentado, mejorar las condiciones laborales de los freelance, subcontratistas y pequeños estudios es un reto que requiere un compromiso a medio y largo plazo. ¿Qué medidas concretas se podrían plantear?

Creo que es fundamental fomentar la creación de comunidades para que los autónomos no se aíslen, y establecer mecanismos que apoyen estas redes. Aunque la imagen predominante es la del trabajo individual, fomentar la colaboración entre freelance es indispensable para crear condiciones que faciliten realmente su trabajo. Especialmente para los animadores que buscan desarrollar una carrera a largo plazo como freelance, la existencia de comunidades de apoyo mutuo es esencial para recopilar información relacionada con su trabajo y mejorar sus habilidades.

La Confederación de Sindicatos de Japón (Rengō) está comenzando a enfocar sus esfuerzos en crear plataformas en las que los propios freelance puedan compartir los problemas a los que se enfrentan y buscar soluciones. Esto forma parte de su apoyo a estos trabajadores, e incluye iniciativas como la creación de un consejo asesor y la organización de una cumbre de freelance. En el contexto de la industria de la animación, algunos animadores experimentados y otros profesionales están empezando talleres privados y organizando eventos para establecer contactos. Para apoyar estos esfuerzos de creación de redes, podría ser interesante establecer un sistema en el que las autoridades locales y organismos similares proporcionen financiación.

Mejorar la Nueva Ley de Autónomos

En todo el mundo existe una disparidad significativa en las prestaciones de la seguridad social que reciben los trabajadores por cuenta ajena y los autónomos o freelance. Algunos países extranjeros, no obstante, amplían el seguro de empleo (prestaciones por desempleo) a los autónomos y freelance en las mismas condiciones que a los trabajadores por cuenta ajena. Además, la Nueva Ley de Freelance promulgada en 2024 aún tiene muchos aspectos que mejorar como marco legal para la protección de estos trabajadores, como la ausencia de disposiciones relativas a los niveles de remuneración. La mejora de las políticas de derecho laboral relativas a los freelance también beneficiaría a la industria del anime.

Para mejorar aún más las condiciones laborales de los animadores que sustentan esta industria clave, los esfuerzos deben centrarse en abordar las disparidades en el empleo, el trato a los autónomos y los freelance, y la seguridad social. Esto requiere un debate sereno que evalúe objetivamente los diversos cambios que se están produciendo en la industria de la animación.

(Artículo traducido al español del original en japonés. Imagen del encabezado: Gorodenkoff – stock.adobe.com.)

(*1) ^ Véase Kontentsu sangyō to inobēshon (“La industria de contenidos y la innovación”; 2016), de Hanzawa Seiji.

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