Modelos que dicen adiós y modelos que renacen: el futuro de los autos deportivos de fabricación nacional
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El Nissan GT-R, quintaesencia de los deportivos fabricados en Japón con fans en todo el mundo, dejó de fabricarse en agosto de 2025. ¿Qué ha ocurrido para que esta leyenda, cuya primera serie salió en los años 60, haya tenido que abandonar las líneas de montaje?
Un vehículo hecho para ganar en carreras
El Nissan GT-R apareció en 2007. El actual, conocido también por su código de versión R35, es el fruto de las sucesivas mejoras que se le han hecho, sin cambiar su carácter básico, durante estos 18 años. Últimamente, su evolución quedaba marcada por los year models o modelos anuales (la fecha refleja el año de venta, no de fabricación). Sus orígenes se remontan al Skyline GT-R, un sedán de cuatro puertas aparecido en 1969, a cuyos cuatro cilindros en línea originales se sumaron otros dos para obtener un rendimiento todavía mayor.

El Skyline GT-R de primera generación adaptado a su uso en carreras. Tras debutar en un gran premio de la JAF en 1969, se convirtió en una leyenda ganando un total de 52 títulos, 49 de ellos consecutivamente. (Cortesía de Nissan Motor)
Su primera generación tenía una estética cuadrangular, que le ganó el apodo cariñoso de “Hakosuka” o “Skyline Caja” GT-R. Era una época en la que triunfar en las carreras era la mejor forma de probar las altas prestaciones de un vehículo y la mejor garantía de conseguir buenas ventas. Se le incorporó un motor de 2.000 centímetros cúbicos y seis cilindros en línea con doble árbol de levas, modelo S20, cuya velocidad le confirió una superioridad total en el ámbito nacional, donde consiguió 49 victorias consecutivas. Así adquirió fama de ser una máquina de alto rendimiento nacida para vencer en las pruebas.

Segunda generación del Skyline GT-R (1973), un modelo basado en el Skyline GC110 conocido como “Kenmeri”. (Cortesía de Nissan Motor)
En 1973 salió la segunda generación del Skyline GT-R, sobre la base del GC110, apodado “Kenmeri”, en mención a la joven pareja de Ken y Mary que aparecían en un anuncio televisivo. Este modelo topó con la dureza de una nueva reglamentación que limitaba la emisión de gases de escape y hubo de ser retirado del mercado en apenas tres meses.
Una accidentada historia con dos renacimientos
El Skyline GT-R renació 16 años más tarde, en 1989. Con el código de versión R32, esta tercera generación llevaba también un motor de seis cilindros con doble árbol de levas, pero biturbo y de 2.600 cc. Con 280 caballos, fue considerado el vehículo de fabricación japonesa más potente, demostrando una magnífica performance. Ostenta el increíble récord de haber triunfado en las 29 pruebas de las ediciones de 1990, 91, 92 y 93 del Campeonato Japonés de Turismos (JTC, por sus siglas en inglés), que en aquella época era el más importante del país. Obtuvo también una alta valoración en el extranjero por sus resultados en pruebas del prestigio de las 24 horas de Spa, que se disfruta en el circuito belga de Spa-Francorchamps, ganando así fama internacional.

El Skyline GT-R (R32), que debutó en 1990, ostentó un dominio absoluto en el Campeonato Japonés de Turismos (JTC) entre 1990 y 1993, imponiéndose en sus 29 pruebas. En la fotografía, el modelo de carreras de 1990. (Cortesía de Nissan Motor)
En 1995 apareció el R33 (cuarta generación) y en 1999, el R34 (quinta). Ambos fueron coches deportivos muy populares por sus elevadas prestaciones. Pero el año 2002 trajo el cese de producción de este último, un jarro de agua fría para sus muchos fans. La causa volvió a ser la reglamentación medioambiental.

Foto familiar de los sucesivos submodelos del Skyline GT-R. En primer plano, el de primera generación, con sus sucesores ordenados de izquierda a derecha. Todos son muy demandados y encuentran muchos compradores en las subastas nacionales e internacionales. (Cortesía de Nissan Motor)
Cinco años después del adiós del R34, en 2007, apareció la actual versión (R35). Nissan decidió recuperar el GT-R como parte de su proceso de reestructuración bajo la dirección de su CEO Carlos Ghosn. Así, como símbolo de una renovada automotriz, el GT-R se transformó, abandonando el concepto de ser el deportivo “más rápido en las carreras”, para aspirar, ante todo, a ser un automóvil de conducción cómoda en vía pública. Nissan vio como competidoras a marcas como la alemana Porsche, y definió su nueva apuesta como un auto deportivo de alta gama que puede ser conducido cómodamente en desplazamientos largos a alta velocidad. Además, dejó de venderse solo en Japón para convertirse en un modelo global, con motivo de lo cual fue rebautizado Nissan GT-R. Todo contribuyó a hacer de él el símbolo de la nueva Nissan.

El GT-R de 2025 (versión R35). (Cortesía de Nissan Motor)
El fin de un modelo de renombre internacional
Las versiones previas a la R35 habían sido concebidas, básicamente, para el mercado nacional, no para su venta en el extranjero. Sin embargo, la fama de sus altas prestaciones había trascendido las fronteras gracias a la exitosa participación del GT-R en pruebas internacionales de velocidad, y a su aparición en películas y otras creaciones.

El Skyline GT-R de 1999 (R34, quinta generación). Con medidas ligeramente inferiores a las de la versión R33, se caracteriza por la facilidad con que se accionan sus pedales. Apareció en la serie de películas de acción norteamericana Fast & Furious, lo que supuso un fuerte impulso para la penetración del nombre GT-R en los mercados mundiales. (Cortesía de Nissan Motor)
La quinta generación (R34) consiguió un gran número de fans gracias a su utilización en la serie de películas de acción en vehículos norteamericana Fast & Furious. Todas las versiones, además, aparecen en Gran Turismo, un videojuego de simulación de carreras para PlayStation, por lo que su fama se ha extendido también a los aficionados a los videojuegos. De esta forma, el GT-R no es ya el deportivo de bandera de Nissan, sino un auto con el que se identifica a Japón en el ámbito internacional y del que todo Japón se enorgullece.
Cabe añadir que, últimamente, en las subastas internacionales los deportivos japoneses fabricados en los 60 y los 90 alcanzan precios muy elevados. Sirva como botón de muestra el Toyota 2000GT de los 60, por el que han llegado a pagarse más de 100 millones de yenes (unos 650.000 dólares). La popularidad de los de la serie GT-R es igualmente alta. Autos de las versiones R32 y R34 se han vendido por varias decenas de millones de yenes.
La versión R35 hereda, pues, todo este patrimonio ya no solo nacional. Lleva un motor biturbo de seis cilindros en “V” y 3.800 cc. Este motor es montado manualmente por un equipo de nueve expertos llamados “Takumi” (maestro artesano), manteniendo siempre calidad y prestaciones del más alto nivel.

El VR38DETT, el motor biturbo de seis cilindros en “V” y 3.800 cc que impulsa la versión R35 del GT-R. (Cortesía de Nissan Motor)

Los del GT-R, versión R35, son montados uno a uno por nueve especialistas a los que se llama “Takumi” y llevan una placa con el nombre del especialista que se encargó de montarlo. (Cortesía de Nissan Motor)
El modelo estándar del último GT-R, el del año 2025, monta un motor con potencia máxima de 570 caballos, pero existe además un submodelo orientado al circuito, el GT-R Nismo, que desarrolla hasta 600 caballos, gracias a sus turbinas de alta eficiencia y gran volumen.
Este GT-R se ha ganado muchos fans tanto en Japón como en el extranjero, desde Norteamérica y Europa hasta Asia, sin que su elevado precio, de entre 14,44 y 22,89 millones de yenes (versión estándar, impuestos incluidos) haya sido un obstáculo. Pese a ello, ha tenido que enfrentarse a circunstancias muy difíciles para todos los fabricantes, como la pérdida de popularidad de los coches deportivos, una tendencia social, o la cada vez mayor severidad de las reglamentaciones medioambientales, a consecuencia de todo lo cual el GT-R ha sufrido el tercer cese de producción de su historia 56 años después del nacimiento de su primera versión.

Edición especial Nismo del Nissan GT-R, que con sus 600 caballos es el más potente de la historia de estas siglas, expuesto en el Makuhari Messe de Chiba en enero de 2025. Su precio era de 30,61 millones de yenes. (Fotografía del autor del artículo)

Responsables y operarios de la fábrica de Nissan en Tochigi posan en la ceremonia de cierre de línea de producción del GT-R (R35) celebrada el 26 de agosto de 2025. Durante los 18 años transcurridos desde la aparición de la versión R35 en 2007, se han fabricado algo más de 48.000 unidades. La última pertenecía a la Premium Edition T-Spec, y su color era Midnight Purple. (Cortesía de Nissan Motor)
Buscando un nuevo futuro en la electrificación
Y si Nissan dice adiós al GT-R, Honda vuelve a apostar por el Prelude 24 años después de que se interrumpiera su producción. Es un modelo deportivo con historia, pues el primer Prelude apareció en 1978. Especialmente las versiones de los años 80 (segunda y tercera generación) alcanzaron gran éxito, incluso entre el público femenino, gracias a lo innovador de su diseño, razón por la cual era considerado el coche perfecto para invitar a una mujer a dar un paseo, tirando fuertemente de esa tendencia de compra.

El Prelude de Honda, que renació el 5 de septiembre de 2025, 24 años después de su cese de producción. (Cortesía de Honda Motor)
Esta nueva versión de sexta generación combina el sistema híbrido e:HEV, con dos motores eléctricos, y la nueva tecnología Honda S + Shift, gracias a lo cual, además del elevado rendimiento medioambiental que caracteriza a los vehículos híbridos, ofrece la respuesta rápida y contundente de los deportivos. Con esto, Honda ha conseguido distinguirse de los híbridos convencionales y crear un electric speciality car que marca una nueva dirección.

El nuevo Prelude utiliza la tecnología e:HEV, consistente en un motor de combustión de cuatro cilindros y 2.000 cc y dos motores eléctricos. (Fotografía del autor del artículo)
En los últimos años, tanto Nissan como el resto de los fabricantes japoneses de automóviles han mostrado una tendencia a reducir su oferta de autos deportivos. Detrás de la idea de Honda, que aparentemente va a contracorriente, de hacer renacer su Prelude, ha estado su deseo de “recobrar la originalidad de la marca, que estaba perdiéndose”.
Honda, que durante los años 80 dominó este sector del mercado automovilístico con su Prelude, ha tenido siempre una imagen de fabricante dispuesto a afrontar cualquier desafío, avalada por su sostenida participación en la Fórmula 1. Sin embargo, según un estudio llevado a cabo por la propia automotriz, esa imagen se estaba difuminando en los últimos tiempos y se apreciaba además una tendencia a perder el favor de las generaciones más jóvenes. Lanzando al mercado mundial un coche eléctrico deportivo, algo que no ha hecho ninguna de sus rivales, ha querido “recuperar la imagen de empresa retadora y diferenciarse de las otras fabricantes”.

El diseño exterior del nuevo Prelude de Honda se hizo sobre la imagen de un planeador que se desliza por el aire. Llama la atención su silueta ancha y baja. (Fotografía del autor del artículo)
Nissan, por su parte, incurrió en el año fiscal 2024 en un enorme déficit que la obliga a una nueva reestructuración. Para superar airosamente las cada vez más exigentes reglamentaciones sobre emisión de gases de escape y ruidos, es necesaria una inversión igualmente enorme.
Nissan, que se ha orientado decididamente hacia la electrificación, no tiene holgura para hacer la millonaria inversión que exige un nuevo motor de combustión interna. En este punto, Honda, que ha anunciado la total electrificación de su línea de automóviles para 2040, está en la misma situación. Por eso ha tratado de emprender un nuevo camino montando sobre su Prelude la tecnología eléctrica más reciente.
¿No será esa la única forma de hacer renacer una vez más al GT-R? El GT-R renacido como deportivo eléctrico de última generación. Es un modelo con fans en todo el mundo que tiene capacidad para contribuir grandemente a que la marca Nissan recupere su deteriorada imagen. En sus declaraciones con ocasión del cese de producción del GT-R el 26 de agosto de 2025, el CEO de Nissan, Iván Espinosa, dio a entender que, si se renovaba convenientemente, las puertas hacia un nuevo renacimiento de este modelo quedaban abiertas. Esperemos que pronto podamos disfrutar de un GT-R reinventado como vehículo eléctrico hiperdeportivo con prestaciones todavía más altas, pero al mismo tiempo más limpio y más seguro.
Imagen del encabezado: Serie histórica de las versiones del GT-R de Nissan. En primer plano, el modelo de 2025 de la más moderna (R35). Detrás, los Skyline. De derecha a izquierda, el Kenmeri (segunda generación), el R32 (tercera), el R34 (quinta), el R33 (cuarta) y el Hakosuka GT-R (primera). Fotografía cortesía de Nissan Motor)
(Traducido al español del original en japonés.)



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